lunes, 13 de agosto de 2007

EL RELOJ DE SOL DE TOPES

EL RELOJ DE SOL DE TOPES

A 20 km de la ciudad de Trinidad, subiendo al macizo montañoso del Escambray, nos encontramos con Topes de Collante, un pequeño poblado campesino cada vez menos poblado. Topes es un sitio curioso. Por su altitud, que no sé de cuántos metros sobre el nivel del mar será, pero seguro, más de 1400 metros, presenta un clima bastante inusual para la isla. Allí hace bastante frío en invierno, y como sus temperaturas no son representativas, el instituto de meteorología nunca da las noticias de las temperaturas de este lugar.
Su vegetación es otra rareza. No sé por qué, pero se han sembrado allí árboles frondosos propios de países de clima templado, y para colmo, una antigua y extraña leyenda rodea el lugar.
Desde tiempos remotos, se decía que respirar el aire de este lugar curaba. En las décadas de 1930 a 1950 aproximadamente, muchos enfermos de tuberculosis, una vez desahuciados por la ciencia médica, eran invitados por los propios galenos, a probar suerte realizando una peregrinación a Topes de Collantes, a ver si se obraba el milagro.
Más de un enfermo bajó curado de estas montañas, curado de manera milagrosa. Y tanta fama empezó a coger este sitio, que el propio presidente de la república por allá por los años 40, mandó a construir un sanatorio para enfermedades respiratorias.
El triunfo de la Revolución de 1959, dejó trunca la actividad de aquel hospital, de aquel gran edificio imponente, de aquella mole de piedra y granito en la cima de aquellas lomas.
Como si esto fuera poco, ciertas teorías esotéricas, como la expuesta por el noruego Walter Blonquist, la cual habla de un mapa esotérico que él llama Mapa de la Gran Pirámide, según el cual, la nueva civilización mundial debe nacer en el país tocado por una de las líneas principales de los cuadrantes que aparecen en dicho mapa. Ese país es Cuba, y el punto más alto donde esa línea toca la geografía cubana es precisamente Topes de Collante.
Los seguidores de la religión conocida como Fe Bahai, también plantean teorías que hablan del renacer en Latinoamérica de un nuevo movimiento espiritual, y han hablado de Cuba y Brasil como dos fuertes candidatas a liderar ese proceso, y hasta algunos monjes tibetanos, se han acercado a Cuba diciendo haber recibido revelaciones sobre la importancia de Cuba para el futuro espiritual del planeta.

Según me contaron, un grupo de franceses, sin hacer mucho ruido, por allá por la década del 1970, estuvo en Cuba y calcularon el lugar exacto por donde esa línea del cuadrante del mapa de la Gran Pirámide tocaba la isla. Se trata de algún lugar perteneciente a Topes de Collante.

Los estudiantes de metafísica de Trinidad, con quienes contacté, creían a pie juntillas, que el reloj de sol que puede verse en la foto, era la prueba de que alguien había querido marcar este lugar como un sitio especial. Confieso que yo también estuve dispuesto a creerlo, hasta que apareció por el blog el verdadero creador de este reloj, el arquitecto de origen cubano Rafael Fornés.

Por él he sabido que la construcción del reloj, en principio, no tiene ninguna connotación mágico-religiosa. Fue construído, además de por él, por los artistas húngaros, Gyorgy Olajos y Gabriella Meszaros.

Sin embargo, los lugareños, no supieron decirme con exactitud, qué hacía ahí en medio de Topes, este reloj.

Aún así, creo que Rafael Fornés, dificilmente podrá hacer que los metafísicos trinitarios dejen de ver en este reloj, la manifestación de una voluntad divina. Y bueno, para seguir alimentando el mito, observen que Rafael ha escrito en mi blog precisamente el 13 de agosto, es decir, el día del cumpleaños de Fidel Castro, y el mismo día en que se ilumina la serpiente emplumada Quetzalcoath, en el flanco occidental de las escalinatas de la pirámide de Chichen Itzá conocida como El castillo.
Estamos hablando de una pirámide maya, y ya sabemos que los mayas tienen fama de buenos calculadores. Su calendario es una maravilla, y claro, aquí estamos hablando precisamente de un reloj, es decir, de un instrumento para medir el tiempo.

Por otro lado, el Estado se cuida de hablar de este tema, puesto que ciertas personas cubanas, amantes de lo esotérico, han peregrinado hasta estas montañas, para escondidos en el monte, morir de inanición, pues creyeron que era la forma idónea para nacer en otro planeta más evolucionado que la Tierra. El estado se ocupó de enterrar sus cadáveres, y de ocultar los diarios de estos chicos, quienes tuvieron el cuidado de ir anotando día tras día, las experiencias que vivieron en ese lugar, hasta el instante mismo de la muerte.

Dicen que ese lugar es tocado por un rayo espiritual llamado rayo de la gama violeta. Dicen que este sitio es uno de los chakras del país, tal vez el más importante, y también uno de los chakras del planeta.

Estando en Topes de Collante, en sus cascadas hermosas, como la cascada del salto de agua llamado Caburní, he realizado meditaciones, y la verdad es que no me he sentido a gusto. He sentido una extraña energía, pero sea por la razón que sea, no me he sentido conectado con ella. Me he sentido mucho mejor en el mar, por ejemplo, pero bueno, tal vez será que aún no estoy preparado para contactar con lo que hay allí.

Sea lo que sea, sí puedo decirles que cada vez que he querido ir a Topes de Collante, hago autostop a algún turista y le cuento esta historia, y eso nunca falla: enseguida me llevan a ver el reloj.

TADEO