domingo, 3 de junio de 2007

LA SANTERA DE LA PLAZA DE LA CATEDRAL

LA SANTERA DE LA PLAZA DE LA CATEDRAL

Es una de las cubanas más fotografiadas de la isla. Esta santera, que se gana la vida consultando con sus barajas españolas a cuanto turista reclama sus servicios en los soportales de alguno de los edificios de la plaza de la Catedral, en la Habana Vieja, es una personaje verdaderamente pintoresco.

Creo que si le hacen tantas fotos, es porque representa el estereotipo de cubana que muchos turistas tienen en la cabeza: la negra, vestida de blanco, con collares y fumando un puro. Esa es la foto que los turistas vienen a buscar a la isla, y esta señora se la regala, además de sus dotes adivinatorias.

Tengo que confesar que comprobé en persona sus habilidades adivinatorias. Ella, que es muy graciosa, me dijo que no consultaba a cubanos, y que por tanto, no me consultaría a mí, aún pagándole en dólares. Sin embargo, como me quedé allí como un moscón, mirándola trabajar, en uno de esos momentos en que se quedó sin clientes, le comenté que yo también echaba las cartas y alguna cosa más. Entonces ella, como quien no quiere la cosa, cortó la baraja y me dijo:
“Tú estás a punto de irte de Cuba. Cuando ya te vayas a ir, pasa por aquí y despídete de mí”. Así mismo fue. Unos días antes de marcharme definitivamente de la isla, pasé por donde ella y le dije:
“Abuela, ya me voy” Y nos dimos un abrazo y un beso.

Dos años más tarde, regresé por allí con mi esposa, y la saludé. En esa oportunidad, refiriéndose a mi pareja le dijo: “Vas a parir pronto”. Mi mujer se sonrió, porque no lo tenía en planes. La santera, ante la incredulidad de mi pareja, le dijo: “Ten cuidado no vengan 2”.

Al regresar a España, mi mujer fue al médico, y efectivamente, estaba embarazada. Tuvimos a nuestra hija, y algún tiempo después vino un nuevo embarazo, sólo que esa vez no conseguimos llevarlo a feliz término. Así que la santera sabe bien de lo que habla.


TADEO