viernes, 19 de diciembre de 2008

CARTA A UNA AMIGA ENTRISTECIDA


CARTA A UNA AMIGA ENTRISTECIDA

Estoy de vuelta. Estarlo implica, entre otras cosas, poner al día mi correspondencia y a eso le he dedicado la mañana de hoy.

He escrito mensajes para varios amigos y amigas, y entre ellos, he escrito una carta a una amiga que no está pasando por el mejor de los momentos.

He intentado poner algo de paz en su alma atormentada y entristecida. No sé si lo he logrado.
Aquí les dejo unos fragmentos de lo que le decía:

Sabes, el ser humano es muy complejo. ¿Tú ves lo que sufres por ese vacío de tu vida? Hay muchas personas que sufren tanto como tú por no poder vaciar sus vidas para empezar de cero.

Por favor, no creas que tu posición es la más desdichada. Hay un dicho que dice que es mejor solo que mal acompañado. Y si la sabiduría popular lo dice, es por algo.

Todo es un tema de energías, mi querida amiga. Si quieres que tu energía sea atractiva a los demás, y todos vengan a ti, tienes que ser capaz de proyectar una energía positiva, de fortaleza, porque todos andamos muy débiles por la vida. Tienes que empezar por quererte más a ti misma. No le pidas a los demás que hagan por ti, lo que tú no te atreves a hacer por ti misma.

Yo estoy seguro de que hay gente que te quiere, y te querrán otros también.

Sé que soñabas con tener, a estas alturas, una vida de pareja estable, una vida convencional, pero de momento, Dios no te la ha dado. Son las pruebas de la vida. Tú crees en Dios, y esta es tu prueba. Acéptala, como Jesús aceptó su cruz. Ser cristiano es aceptar la cruz que Dios nos da. Todos tenemos la nuestra, y seguramente las habrá más pesadas que la tuya.

Sabes, a veces tenemos una idea errada de lo que es vivir.

Mira, una vez un señor de cultura occidental, estando de vacaciones en La India, se apareció en casa de un famoso santón hindú. Al entrar por la puerta, se sorprendió de que en aquella casa no había apenas nada, ni muebles, así que el recién llegado le preguntó al anciano sabio:
-Señor, ¿dónde están sus muebles?
-¿Y donde están los suyos? preguntó el anciano.
-Pero es que yo estoy de paso, replicó el otro.
Y el sabio le respondió:
-Yo también.

Ahí está la sabiduría, mi querida amiga. Estamos de paso. Nada tiene demasiada importancia. Lo importante es que seamos capaces de cuidar nuestra alma. Eso es lo verdaderamente importante. Somos almas apresadas en un cuerpo.
Cuando muramos, Dios nos pedirá cuentas del estado de ella, porque realmente somos ese principio espiritual y no otra cosa. Nos preguntará a quién le hemos hecho el bien, a quién hemos ayudado a ser feliz, no nos preguntará por los triunfos sociales o materiales, ni por el matrimonio, solo por el amor que hemos dado.
Tú puedes amar. Nadie te lo impide. Para Dios no estás limitada para nada. Da amor. Limpia tu alma de malos pensamientos. No dejes que las emociones negativas te arrastren.
Todos necesitamos que nos quieran. Por favor, si quieres empezar por alguien, quiéreme a mí. Yo necesito que me quieran, y a cambio, voy por el mundo queriendo a todo el que puedo, y eso me hace feliz.
Nada es enteramente bueno ni enteramente malo. Es como el viento o el mar, pueden matarte, o pueden llevarte de viaje, impulsar tus velas. El fuego quema, mata, pero también alumbra.

Usa lo que tienes a tu al rededor en tu beneficio. Seguro que podrás sacarle partido a tus condiciones. Ama todo lo que puedas, que ese es el hilo de Ariadna. Todo lo demás es pura ilusión, pura fantasía.
No te hundas en el silencio. Aquí tienes mi mano, mi tiempo, mi corazón y mis ganas de verte feliz.

La vida es eterna. No dejamos de vivir jamás, así que lo mejor que podemos hacer es aprovechar el tiempo en mejorar nuestra alma. Piensa que por cada persona que está encarnada en la tierra, hay 10 espíritus desencarnados esperando su oportunidad de venir a mejorarse.

Dios te miró con buenos ojos y te dio la oportunidad de venir. Desde el cielo, 60 000 millones de almas te miran celosas y queriendo estar en tu lugar. No lo olvides. Dios te trajo, confió en ti, así que no pierdas esta oportunidad maravillosa de avanzar. Dios te quiere, como a todos sus hijos, pero a ti te escogió y dejó a otros fuera, esperando. No lo olvides nunca.

Sana tu alma desde tu voluntad. Pon amor en todas tus heridas. Respira, toca las flores, mira el cielo, siente el placer del calor, escucha música. Hay 60 000 millones de almas queriendo tener un cuerpo para disfrutar de todo eso. Ellos no tienen ojos para ver la luz, no tienen oídos para escuchar la música. No tienen cuerpo para hacer el amor, no tienen pies para caminar, no tienen gusto para disfrutar de los sabores de las comidas que les gustan.

Cuando tú mueras, te pondrás de nuevo a la cola, y tendrás que esperar tal vez unos 150 años para regresar. Cuando regreses, la tierra será muy diferente. Posiblemente ya no hayan peces, habrá muchos problemas con el agua potable, habrán muchas catástrofes naturales, puede que nazcas en un país pobre y no tengas la dicha de tener la vida material que ahora tienes, así que sé consciente de todo eso. Disfruta de lo que tienes ahora ante tus manos.

Por favor, sé feliz. Mi felicidad también depende de ello.

Te quiere:

TADEO