miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL FIN DEL MUNDO EN 2012


EL FIN DEL MUNDO EN 2012

Hace tiempo venimos escuchando hablar de las profesías mayas y del fin del mundo para el 22 de diciembre de 2012. Como nos encanta alimentar nuestros miedos y nuestras fantasías catastrofistas, hemos echado a volar nuestra imaginación y no pocos se han dedicado a sugerir la posibilidad de que esta vez sí se cierne sobre la humanidad un peligro real.

Es cierto, que para la mentalidad occidental, resulte impresionante que los mayas hubieran sido tan exactos a la hora de situar el fin del mundo en una fecha concreta, la cual no nos deja margen a equívocos en cuanto al momento exacto.

Sin embargo, a la luz de otras creencias como son las que emanan de la teosofía, de la metafísica en general o de las religiones orientales, nos encontramos con una mirada bastante diferente al miedo que se ha desatado sobre el mundo occidental ante la idea de un final para la humanidad, tantas veces anunciado, y jamás manifestado.

Escribo estas palabras para dar mi visión sobre el tema. Comienzo diciendo que respeto a los Mayas de un modo tremendo, y que creo que esta fecha que ellos nos aportan, tiene una importancia muy grande, porque seguramente, será ese día en que termine el mundo. Con esto no me estoy contradiciendo. Ahora lo explicaré.

Ante todo, partamos de la idea de que sobre las culturas mesoamericanas conocemos muy poco. Los grandes sacerdotes aztecas o mayas, se cuidaron muy mucho de entregar sus grandes secretos a los conquistadores españoles.

Lo poco que sabe occidente de esas culturas, y sobre este asunto en particular, relacionado con sus calendarios y sus predicciones, se debe a la interpretación, posiblemente de una manera no muy acertada de los pocos códices que se salvaron de la destrucción, y por ciertas anotaciones que determinados sacerdotes españoles hicieron de lo que los niños aztecas o mayas les contaban, acerca de su filosofía, filosofía, que por cierto, era enseñada a estos niños en forma de historias infantiles para hacerla más fácil a su entendimiento.

Sin embargo, estoy convencido de que detrás de esas historias infantiles copiadas por los sacerdotes españoles, entre ellos, por el padre Sahagún, hay un gran secreto, que va más allá que el hecho de fijar una fecha en el tiempo marcando el fin de los tiempos.

Ya he contado alguna vez en este blog, como estando de visita en el museo Guggenheim de Bilbao, y visitando una exposición de restos de la cultura azteca, escuché a la guía del museo, hablar de la cosmogonía azteca mientras nos enseñaba los 5 grandes ídolos reunidos en el museo de manera excepcional para aquella exposición.

Sentí una emoción muy especial cuando la guía nos dijo que éramos unos afortunados por tener delante de nosotros aquellos 5 ídolos aztecas que en su día estuvieron en el templo del sol de Teotihuacán y que ahora andan cada uno por separado pues pertenecen a museos diferentes de diferentes nacionalidades.

Ella nos contó qué significaba cada ídolo. Nos explicó que eran la representación de cada uno de los 5 cielos, o 5 mundos que habían existido hasta nuestros días.
Lo curioso es que existen otras culturas, como la cultura hindú, que en esencia dice lo mismo. Habla de 7 grandes ciclos por los que pasará el planeta tierra, y por tanto, la humanidad, y que al parecer, tiene sentido pensar que está finalizando el quinto ciclo. Por tanto, tiene sentido pensar que el 22 de diciembre de 2012, se acabe el quinto ciclo, o el quinto cielo, o el quinto mundo de los aztecas.

¿Pero acaso, significa esto, el fin del planeta y de la vida humana? La respuesta es NO.
Según he leído en los más importantes tratados teosóficos, donde explican con lujo de detalles cómo ha sido la evolución terrestre en cada uno de esos grandes ciclos, cada ciclo está compuesto por 7 sub ciclos, y cada uno de estos sub ciclos, puede durar una media de 2000 años. Son períodos que no duran todos lo mismo, así que estos son cálculos muy aproximados. Pero según he podido entender, si el 22 de diciembre de 2012, termina el quinto mundo y comienza el sexto mundo, eso quiere decir, que a la raza humana le queda sobre la faz de la tierra, al menos otros 28 000 años. Sólo entonces vendrá el fin.

Incluso, ellos no hablan del fin del universo físico, pasados esos 28 000 años, ellos hablan del fin de la raza humana, la cual debe mutar para convertirse en otra cosa diferente, del mismo modo en que los humanos hemos aparecido como resultado de la evolución de otros seres vivos menos evolucionados que nosotros.

Ahora bien, también han dicho los entendidos, que deberíamos recibir el nacimiento del sexto sol, o del sexto mundo, con mucha alegría, porque ellos hablan de los últimos 2000 años, es decir, del ciclo que va desde la venida de Jesús, hasta el 22 de diciembre de 2012, como un período muy complejo para la humanidad por ser el período en que tocaba que prevaleciera la materia por encima de la conciencia, lo material por encima de lo espiritual, y por tanto, un período en el que los hombres dejarían de considerarse seres espirituales, para convertirse en seres mucho más materiales.

Sin embargo, el 22 de diciembre de 2012, pondría punto y final a este ciclo. Ya algunos han empezado a festejar la presencia de la nueva energía de la era de Acuario, en nuestras vidas a partir de 1992, y más fuerte aún, a partir del año 2000. Sin embargo, todo parece indicar que a partir del 22 de diciembre de 2012, notaremos con mucha más fuerza la llegada del nuevo mundo y de los nuevos tiempos.

Esto lo notaremos en todos los acontecimientos de la vida de la sociedad, en la revolución espiritual que sufrirán nuestras consciencias, en fin, que de alguna manera, aunque no se extinguirá la raza humana, sí tiene sentido que hablemos como los mayas, de que el 22 de diciembre de 2012, se va a acabar el mundo, pues sentiremos paulatinamente, y quizás de una manera más clara , como muchas de nuestras formas de pensar terminarán muriendo para dar paso a ideas nuevas más propias de la nueva realidad que se avecina, la cual será sin dudas, mucho más espiritual.

TADEO

martes, 20 de octubre de 2009

LA DUDA SANA


LA DUDA SANA

Acabo de encontrarme en mi entrada anterior A VECES VEO MUERTOS, un comentario de una chica que se hace llamar INSANA, con una serie de dudas muy interesantes. Me dice que mi post, más que respuestas, le ha dejado preguntas, y como creo que sé de lo que estoy hablando, aquí le dedico un nuevo post para intentar responderle a ella sus interrogantes, y ya de paso, para que las evacuen todos aquellos que hayan leído y les haya ocurrido otro tanto.
El comentario de INSANA es el siguiente:

Pues debe ser que existan cosas que no podemos captar con nuestros sentidos, otras personas llegan desarrollar a un nivel avanzado estos mismos... pero fuera de captar o no captar entes ¿Porqué sucede eso, porqué en entes? ¿Luego de las 72 horas qué pasa? ¿Ese espíritu sigue eternamente en la tierra? ¿se transforma en qué, vuelve a nacer? (cómo es eso de que si incineras el cuerpo se rompe el lazo?)Quiero saber si el más allá es mejor que el más acá, o es lo mismo, vuelves a la unicidad en el más allá? o se sigue cayendo en la separatividad...Tu post me deja mucho más preguntas que respuestas... :-/

Iré respondiendo pregunta por pregunta para facilitar la comprensión.

Pues debe ser que existan cosas que no podemos captar con nuestros sentidos,

Tal vez no hayas meditado bien esto que dices. El mundo microscópico existe y no es posible captarlo usando los órganos de los sentidos. No tengo que pasarme al terreno de la metafísica, para convencerte de que existen infinitas cosas que los órganos de los sentidos no captan, y no por eso dejan de existir.


Yo entiendo que te refieres al mundo de los espíritus, a cosas paranormales, pues bien, ahí pasa más de lo mismo. Los sentidos convencionales no nos ayudan a captar estos universos, pero el ser humano, todos nosotros, tenemos facultades innatas que nos permiten ponernos en contacto con esos mundos.


Muchas veces no es que no tengamos percepciones, lo que sucede es que buscamos explicaciones racionales a eso que hemos experimentado, y ahí aparecen las más diversas justificaciones. A veces sentimos una presencia en nuestra habitación, pero como eso es algo que no estamos culturalmente preparados para “digerir” terminamos pensando que no puede ser y nos decimos a nosotros mismos: “No es nada, no es nada no es nada. No hay nadie, no hay nadie, no hay nadie”.

otras personas llegan a desarrollar a un nivel avanzado estos mismos...

Efectivamente, otras personas desarrollan esas facultades, sobre todo porque son personas con un alto nivel de sensibilidad y no pueden negarse a sí mismas lo que sienten.

En este punto quiero aportar una información interesante.

Hay personas que piensan que estas facultades, da la casualidad que siempre se dan en personas de bajo nivel cultural, y concluyen que son superticiones, que son invenciones de esas mentes incultas. Pues en este caso, los cultos y sabiondos se equivocan, y les explicaré por qué.

Los seres humanos nacemos y morimos muchas veces en un ciclo continuo que dura miles y miles de años. En la medida en que va pasando el tiempo y vamos acumulando experiencias de vida, nuestra conciencia se desarrolla y fortalece. De hecho, los pueblos que mayor nivel de desarrollo de la conciencia alcanzan, terminan imponiendo su cultura a los pueblos más atrasados.

Ahora bien, esos seres más atrasados, vivan en países desarrollados o no, al tener menos evolución en su vehículo mental, su vehículo emocional o astral está como más libre y ejerce más poder e influencia sobre sus actos y sobre sus pensamientos. Y como el plano de los muertos es precisamente, el plano astral o emocional, esos seres están como en mejores condiciones para contactar con ese mundo. De ahí que los mejores médiums y sensitivos, sean muchas veces, personas sin una gran evolución de su vehículo mental.

Dicho de otro modo, son personas que sienten más de lo que piensan. Por el contrario, esas personas que piensan más de lo que sienten, marcan la pauta del desarrollo material, pero tener evolución del vehículo mental no significa que siempre se vaya a buen puerto. Hoy por hoy, estamos en un momento del desarrollo humano, en que prevalece el poder de lo material, pero vendrá un tiempo en que desde la mente, deberemos aprender a buscar la espiritualidad. Deberemos desarrollar la mente irracional.

Ese día, en que hayamos sido capaces de dejar un poco de lado la mente racional y nos dediquemos a desarrollar la mente irracional, se abrirá ante nuestros ojos el gran universo de la vida emocional y de la vida psíquica. Ese día nos conoceremos mucho mejor a nosotros mismos.

pero fuera de captar o no captar entes ¿Porqué sucede eso, porqué en entes?

Tu pregunta es un poco confusa. Tal vez en mis explicaciones anteriores te haya aclarado algo.

¿Por qué captamos entes? Pues porque tenemos esa capacidad para captarlos. Es como si yo te preguntara por qué somos capaces de saber cuando algo está caliente o está frío. Bueno, porque tenemos una facultad en nuestro cuerpo que nos lo permite.

En esto pasa lo mismo. Tenemos una facultad en nuestro organismo, que nos permite ver en el plano de los espíritus, y en él captamos cosas. También cuando dormimos, tenemos percepciones de ese mundo, y cuando nos emborrachamos o nos drogamos, se afinan nuestras capacidades perceptivas. ¿Por qué? Pues porque en todos los casos hemos inhibido nuestra conciencia.

¿Por qué en entes? No entiendo bien tu pregunta. ¿Preguntas por qué unos ven y sienten y otros no? Eso lo he respondido arriba, aunque ya he dicho que todos podemos ver y sentir. Y luego, aprovecho para dejar claro que los animales superiores como caballos, gatos, perros, etc, también ven a los espíritus, y no sólo ven a los espíritus de las personas, ven a los espíritus de los animales.


De hecho, en África, en ciertos pueblos, los brujos acostumbran a prepararse un amuleto con el espíritu de un tigre, para que cuando vayan por la selva, ese espíritu los acompañe e intimide al resto de las fieras. Y bueno, los seres humanos también pueden ver los espíritus de los animales.

¿Luego de las 72 horas qué pasa?

Yo estuve explicando en mi post anterior, que cuando uno muere, sale del cuerpo físico metido en una especie de cascarón de luz o de energía que algunos entendidos le dan el nombre de doble físico, o cuerpo etérico. Ese cascarón o cuerpo de luz, o cuerpo de éter, se rompe a las 72 horas y sale de él nuestra alma, es decir, sale un cuerpo aún más sutil que ya no es de naturaleza física, porque hay que decir que el doble físico, o cuerpo etérico sí es de naturaleza física, y tal vez los científicos deberían procurar captarlo con aparatos idóneos para tal fin. Yo creo que esto es algo que ocurrirá en breve.

Entre el cuerpo físico, y el doble físico, o cascarón etérico, existe como un cordón de luz que no se rompe hasta las 72 horas. Por eso, cuando a una persona la entierran antes de que transcurra ese tiempo, el ser se ve obligado a permanecer en el cementerio durante esas horas. Si la persona es cremada, entonces esa conexión entre el cuerpo físico, y el cuerpo etérico se rompe.

Me preguntas qué ocurre después de las 72 horas. Bien, el cuerpo etérico se separa del cuerpo físico de la persona fallecida. Se rompe el cuerpo éterico, y se queda una especie de cascarón de nosotros mismos y nuestros cuerpos espirituales, cuyo cuerpo más externo y visible es el cuerpo astral, cae en una especie de letargo.


Dicen que el ser se pasa como un año como sumido en un sueño profundo del que apenas se entera de nada. Te lo puedes imaginar como lo que le ocurre a un bebé cuando nace. Durante el primer año, lentamente va tomando nociones del nuevo plano en el que está. Bueno, cuando uno muere, es como si naciera en un nuevo plano y lentamente y ayudado por otros espíritus, vas recobrando conciencia de ese sitio en el que te encuentras.

Es complejo, porque tienes que aprender a vivir sin cuerpo, del mismo modo en que es complejo para el bebé verse preso de un cuerpo físico con necesidades fisiológicas de todo tipo.

Mi abuela siempre dice en las sesiones espirituales, que es mejor estar muerto que estar vivo, pero que por la estación de la tierra hay que pasar, porque es allí donde tenemos la oportunidad de saldar nuestras deudas.


Y digo, por si hay personas de pensamiento suicida leyendo esto, las personas que pasan a ese plano sin haber cumplido su ciclo de vida en la tierra, luego allá en ese plano la pasan de pena, porque les ocurre como quien llega allí sin tener su espacio listo. Se aparecen sin que nadie los esté esperando, y es como si aterrizáramos en otro país donde no conocemos a nadie, ni tenemos dinero, ni entendemos el idioma, en fin, desastroso, incluso, peor porque tendríamos que esperar que llegara el momento en que nos tocara desencarnar, para que entonces se nos abran las puertas de ese universo, y por desgracia, esa energía, ese pensamiento y esa emoción que nos llevó al suicidio, luego la volveremos a sentir en la tierra en nuestra próxima venida, y tendremos que combatirla para no volver a caer en el error de quitarnos la vida.


Muchas veces los suicidas, son seres que se han quitado la vida varias veces a lo largo de sus últimas encarnaciones. Y como todo regresa a uno, vuelven siempre las mismas circunstancias desesperantes en que el suicidio se produjo.

Luego de pasado ese año, las almas se ocupan de diferentes tareas allí, entre ellas, las de ayudar a otras personas en la tierra, etc. Hacen sus vidas allí, porque pueden estar unos 144 años para regresar a la tierra. Unos vienen antes, otros vienen después, pero es importante que se sepa que para ellos, el tiempo no lo ven como nosotros aquí en la tierra. Nosotros sólo hemos conocido las nociones de tiempo y espacio del plano físico, pero no las del plano astral.

Hay seres que son enviados a la tierra en poco tiempo por determinadas circunstancias, como por ejemplo, que estén dadas las condiciones para que ellos puedan seguir con su plan de crecimiento y limpieza espiritual. Otros bajan porque tienen que hacer cosas en la tierra que sólo ellos pueden hacer. Por ejemplo, cuando es necesario que los seres humanos descubran determinada cosa, se necesita la mente de un científico para llegar a descubrir determinada cosa, y como son pocas las mentes en el planeta capaces de llegar a determinados razonamientos, pues esos seres son mandados a la tierra a cooperar. No se les obliga, sino que se les pide ayuda y muchas veces ellos aceptan.

También puede pasarte que estando en el ese plano, un brujo de la tierra, tenga tu alma “amarrada” a base de magia negra y te tenga haciendo daño en ese plano. Hay almas muy apegadas al mundo físico. Por ejemplo, supón que una persona rica muere. Como su mente y sus emociones están muy apegadas a toda la riqueza que dejó, esas emociones y esos pensamientos actúan como lastre que no te deja avanzar en los planos espirituales. Por eso decía Jesús que primero entraría un camello por el ojo de una aguja antes que un rico en el reino de Dios.

Si mueres rico, o simplemente, si mueres con apegos materiales, tendrás que irte liberando poco a poco de esos apegos. La estancia en el plano de los muertos te libera de eso un poco, pero lo mejor es liberarse aquí en la tierra. Es cierto que ahora mismo no estamos viviendo un buen momento en la tierra para liberarnos del apego material, porque todo nos empuja a ello, pero sin embargo, sí es un buen momento para librarse de las cadenas del asesinato. Hoy matar a otra persona es algo que la sociedad no aplaude, y por tanto, es más natural que pases toda tu vida sin matar a nadie, cosa que hace 500 años era más difícil.

Puede que al llegar al plano astral te encuentres con que tu evolución es lo suficientemente grande como para que tu cuerpo astral se rompa y pases a vivir al plano mental. Ten en cuenta que cada plano tiene 7 subplanos y que cada uno gravita al plano que le toca según su grado de evolución espiritual. Los subplanos superiores del plano astral son muy placenteros, pero el subplano inferior del plano astral es lo que los cristianos llaman Infierno. Los espíritus me han dicho que el infierno está repleto de seres, que no hay nada más poblado que ese subplano. Me han dicho: “Tadeo, los seres infernales son legiones y legiones”.

¿Ese espíritu sigue eternamente en la tierra? ¿se transforma en qué, vuelve a nacer?

Como debes suponer, cuando el ser humano alcanza cierto nivel de desarrollo espiritual, al llegar al plano astral, se encuentra con que ya no es preciso que regrese a la tierra. Se puede quedar en el plano astral y prepararse para seguir purificándose para ganarse el derecho de salir del plano astral para irse a vivir al paradisíaco mundo de la mente, al universo mental.

Romper con la cadena de los nacimientos y las mueres en el plano físico es lo que los hindúes llaman, romper con la rueda del Sansara, romper con el mundo ilusorio, pues ellos consideran la vida en la tierra, una vida ilusoria, y al mismo tiempo, la vida más distante de la vida de la divinidad, del principio espiritual primero que lo rige todo. Dicho de otro modo, encarnados en un cuerpo físico, es como más lejos se está de Dios.

(cómo es eso de que si incineras el cuerpo se rompe el lazo?)

Así es, si incineras el cuerpo, al desaparecer éste, se rompe por fuerza el cordón plateado, como le dicen algunos entendidos a este cordón etéreo que nos une al cuerpo físico. Como dato curioso, cuando pasamos al plano astral en estado de sueño, nos quedamos conectados por ese cordón a nuestro cuerpo físico que yace en la cama.

Quiero saber si el más allá es mejor que el más acá, o es lo mismo, vuelves a la unicidad en el más allá? o se sigue cayendo en la separatividad...

Aunque he dicho que mi abuela dice que es mejor estar allí, la verdad es que lo mejor es evolucionar. Estar de un lado o de otro, no es lo que nos hace mejores. Uno tiene que preocuparse por aumentar nuestra capacidad de amar al prójimo y de perdonar al prójimo. Y eso lo puedes hacer lo mismo aquí que allí. Lo ideal sería no tener que regresar más al plano físico, pero todo lo físico desaparecerá un día.


El universo físico, sufre un proceso análogo al que he explicado para los seres humanos. El planeta Tierra sufre también el mismo proceso, por tanto, un día el planeta Tierra desaparecerá, y como decía Jesús, “ay de los que aún estén en la tierra en esos días”.


Uno debe aprovechar el tiempo para que el día del fin, ya nosotros hayamos roto la rueda del Sansara. Porque todo el que esté en la tierra en esos días, morirá de manera espantosa y su alma nacerá luego en un planeta más atrasado que la tierra y en un cuerpo más penoso que el cuerpo de los seres humanos. Eso sí, serán los seres más evolucionados de esos mundos y ayudarán allí a que esos planetas avancen y podrán ser llamado dioses o reyes en esos mundos.

Hablas de la idea de la unicidad. La unicidad es sólo un concepto. Es cierto que en el resto de los planos, somos más unidos que en el plano físico, pero yo te invito a que te sientas unidad aquí en el plano físico. Sentirse unidad, sentir que tu prójimo y tú son la misma cosa, ayuda mucho a vivir. Te libera y te aporta un prisma de visión mucho más sabio e idóneo.


No esperes a morir para sentir y experimentar esa unidad, porque aún en el plano astral existe la separatividad. La diferencia está en que en el plano astral las leyes que rigen son las leyes de la naturaleza, y no las leyes de los hombres. Por mucho que se esfuercen los hombres, sus leyes terrenales siempre son injustas, y como desconocemos tantas cosas, incluso, nuestra propia naturaleza, cometemos muchos errores aquí abajo a la hora de legislar.

Para terminar, quiero hacerte ver, que al planeta también llegan grandes seres castigados, y obligados a ayudarnos en nuestra evolución, y vienen otros que lo hacen sin estar castigados. Del plano Mental y del plano superior, es decir, del plano Búdico, también vienen grandes seres a ayudarnos en nuestra evolución. Algunos toman cuerpo físico, y otros lo hacen simplemente inspirando las mentes y los corazones de los que vivimos aquí.

También debería decirte que en el universo existe mucha más vida y que muchos seres de otros mundos nos observan y nos ayudan.

Lo dejo aquí. Si tienes más preguntas, sólo tienes que hacerlas. Atentamente.

TADEO

jueves, 24 de septiembre de 2009

A VECES VEO MUERTOS


A VECES VEO MUERTOS

El cine ha tratado bastante el tema de las personas que ven espíritus. De una de estas películas: “El sexto sentido” he tomado el título para esta entrada. Y es que esta frase es muy representativa, y seguramente nos ha venido a la mente más de una vez, a todos los que hemos nacido con la facultad de ver espíritus.

Hay culturas en las cuales referirse a estos temas es completamente tabú. Si ves algo que se sale de la normalidad, no lo cuentas por si acaso. Prefieres pensar que es tu mente que te ha jugado una mala pasada y no le das más vueltas al asunto, y en caso de que estos fenómenos paranormales te ocurran a menudo, procuras mantenerlo en el más estricto secreto para que no te tomen por loco o no se burlen de ti.

En mi caso, y gracias a que nací en un país como Cuba, donde ver espíritus no es algo tan anormal, nunca tuve que estar ocultando esta facultad. Veía lo que veía y punto. Gracias a Dios, a mis padres, nunca les dio por llevarme al sicólogo, como le ha pasado a algún primo lejano o a algunos amigos.

Ver espíritus es algo que asumo con naturalidad, y como siempre digo, en el plano astral, o plano de los espíritus, uno puede encontrarse con entidades bastante raras, pues no sólo existen espíritus de personas o de animales, sino que podemos encontrar almas de seres sin existencia física, o por lo menos, seres que a día de hoy, no tienen presencia física sobre la faz de la tierra, aunque sí la hayan tenido en algún momento pasado.

También hay entidades espirituales que pertenecen a esos planos, y no han vivido nunca una existencia dentro de un cuerpo físico. También te encuentras los cascarones etéricos de los difuntos, es decir, esa cubierta a modo de cascarón de luz, con que las personas salimos de nuestro cuerpo físico, para luego romperse como un cascarón, pasadas 72 horas después de la muerte.

Nos podemos encontrar también con personas vivas que se encuentran en estado de sueño, podemos encontrar también a esas almas que esperan su momento para nacer, etc.

La realidad es que el plano astral o plano de los sueños es muy complejo y en él las peculiaridades del espacio-tiempo, nos impiden razonar con claridad sobre las experiencias y visiones que de él podemos llegar a tener.

Otra cosa interesante que debemos conocer es que a veces caemos en ciertos estados, en que dejamos la mente en blanco, en que no estamos pensando en nada en específico y no estamos dirigiendo la mirada hacia nada en concreto.


En esos estados muchas veces tenemos visiones, y eso se debe a que hemos inhibido nuestra conciencia racional y con ella nuestros instrumentos de la visión, es decir, los ojos, y gracias a eso, somos capaces de mirar con esos otros ojos que tenemos y que nunca utilizamos, pues siempre utilizamos los ojos físicos. Todo aquel que desee mirar en esos planos, tiene que saber que no lo podrá hacer con los ojos físicos, así que es mejor que no intentemos utilizarlo.

Eso es lo que le pasa a mucha gente, que cree ver algo, y enseguida intenta mirar con los ojos físicos, y claro, la visión se rompe y no ven nada. Mi consejo es que siempre que queramos ver en el plano astral, procuremos mantener el mismo estado mental y la misma postura física en que hemos conseguido la visión.

Otra cosa que hace que la visión que hemos tenido se nos desvanezca, es que muchas veces vemos a los espíritus a nuestras espaldas. Cuando miramos en esos planos, no es necesario darnos la vuelta para ver detrás de nosotros. Girarnos para ponernos de frente, es otra cosa que no ayuda a mantener la visión en ese plano, así que mi consejo es que no se den la vuelta y se concentren sólo en conservar el estado en el que han logrado la visión.

Me despido con una anécdota referente a este tema de las visiones espectrales.
Una mañana me levanté temprano como de costumbre y estaba afeitándome frente al espejo de mi baño cuando de pronto, vi parado en la puerta a un espíritu.

No me asusté, porque lo conocía. Era uno de los muchos ancianos que frecuentan mi centro de trabajo, un centro de jubilados. Me dijo hola y yo le devolví el saludo. Me dijo alguna otra cosa más sin importancia, como hacía cada vez que nos encontrábamos allá en el trabajo y la visión se rompió.

Por lo general, los espíritus no se dejan ver por gusto. Les gusta acercarse a las personas que pueden verlo, y si es una persona que además de verlos, los trata con naturalidad, pues mejor aún, así que no puedo quejarme de que se me dejen ver tantos y tan a menudo.

Me quedé pensando en que aquel señor había fallecido. Una hora después me llamaron del trabajo para un asunto que no podría recordar. Antes de colgar el teléfono le pregunté a mi compañera de trabajo si no se había enterado del fallecimiento de alguno de nuestros asociados. Ella respondió que no, que no se había enterado de nada.

Dos días más tarde, al llegar al trabajo, me enteré de todo. Mi compañera me dijo: Sí, Tadeo, aquella misma mañana en que hablamos murió un señor de los habituales del centro, y lo peor es que murió asesinado por su propio hijo. Dicen que lo encontraron tirado en el suelo a la entrada del baño de su casa.

TADEO

miércoles, 2 de septiembre de 2009

MIEDO A LA LIBERTAD


MIEDO A LA LIBERTAD

Los maestros de sabiduría temen a la libertad. Para ser más exactos, ellos sienten miedo de la manera en que los seres humanos que pululamos hoy por el planeta, es decir, nosotros, entendemos el concepto libertad y la manera en la que le rendimos culto.

Para los maestros de sabiduría, libertad, entendida como lo entendemos los humanos, es sinónimo de caos. Es decir, las mentes que buscan desesperadamente la libertad, son para ellos, mentes caóticas.

Según explican, una mente sabia y equilibrada es aquella que en vez de buscar la libertad, entendiendo esta, como buscar escapar del poder y el efecto de las leyes de la naturaleza, que es lo mismo que decir, las leyes de Dios, procura estudiarlas y conocerlas para luego, utilizarlas en su provecho.

Cuando la mente se ejercita en el estudio y la investigación empiezan a aparecer las respuestas, y aquel que puede darle respuesta a las interrogantes que la vida le va presentando, entonces empieza a experimentar un raro estado de tranquilidad, de paz, y por tanto, también de libertad. Eh, aquí la libertad que desean para nosotros los maestros de sabiduría, y no esa otra que surge de la negación de las leyes que rigen nuestra vida y el funcionamiento de los universos conocidos y desconocidos.

Ya decía José Martí, uno de los maestros de la nación cubana: “Ser cultos es la única manera de ser libres”.

Los maestros de sabiduría orientales dicen lo mismo, aunque quizás de un modo que nos conmociona un poquito más. Ellos dicen:
“La humanidad, más que libertad, necesita maestros”.

Y si les hablas de esa otra libertad más mundana, esa a la que más hacemos referencia los humanos, esa libertad de andar por casa, esa que implica tener tiempo para hacer lo que nos dé la gana, ellos nos dicen:
“¿Para qué quieres libertad, si luego no sabes hacer nada bueno con ella?

TADEO

viernes, 7 de agosto de 2009

EL PODER SECRETO DE LAS PALABRAS

EL PODER SECRETO DE LAS PALABRAS

Siento un respeto muy especial por las palabras y ese respeto se debe a que soy consciente del poder que tienen. Las palabras forman ideas, y esas ideas pueden taladrar nuestras mentes y habitar para siempre dentro de nosotros.

Las ideas buenas nos iluminan y nos conducen por el camino del bien, las ideas malas, todo lo contrario.

El problema es detectar cuáles, de entre nuestro arsenal de ideas, son ideas buenas, y cuáles, malas.

Pondré aquí una idea para utilizarla como ejemplo:

"Nadie tiene la voz tan pura como aquellos que están en lo más profundo del infierno." Franz Kafka.

De pronto nos encontramos ante una idea hermosa, bien construida, una idea con encanto, y si vemos que la ha dicho una persona famosa, pues tendemos a tragárnosla y darla por válida. Creemos que hemos aprendido algo bueno y útil.

Pues bien, en este caso, y siempre partiendo de mis conocimientos espirituales, sé que esta idea no es cierta. La voz de los seres infernales no es pura, por el contrario.

Los seres infernales no pueden aportar con su voz más nada que aquello propio de su condición. Sus voces, escuchándolas con los oídos del espíritu, no son para nada dulces. Incluso, hay seres de estos planos que rugen como animales, y otros, ni siquiera tienen voz.

Puras y hermosas son las voces de los planos superiores. Esos son los sonidos hermosos y celestiales. La música clásica, por ejemplo, viene a la tierra de los planos más elevados. Las ideas hermosas, esas que nos acercan al amor al prójimo y a perdonarnos los unos a los otros, son ideas que vienen de arriba.

De los planos infernales sólo pueden venir voces ásperas que nos inciten al mal, voces engañosas que si acaso, pueden meter veneno en nuestras almas.

Así que por mucho que lo haya dicho Franz Kafka, deberíamos poner en duda tal afirmación. Tal vez Franz Kafka fuera un ángel del infierno. El hecho de que alguien haya alcanzado la fama en tiempos oscuros del desarrollo espiritual de la humanidad, no significa que sea un gran ser espiritual, podría más bien significar todo lo contrario.

Dicen los maestros de sabiduría:

En vuestro mundo está la mediocridad distante de las altas cimas espirituales. Ella es la medida de las cosas. Forma vuestra ética y vuestra sistema de valores. Sólo una verdad mediocre, próxima a la naturaleza animal, puede tener rápida acogida y afirmación, porque es accesible. En vuestro mundo, si el triunfo parte del supuesto de la comprensibilidad, todo éxito, para ser rápido, debe contener afirmaciones mediocres.

El aplauso de la muchedumbre es inversamente proporcional al valor.

Los grandes seres espirituales pasan por la tierra solitarios y doloridos, pero conscientes de su propio destino. Incomprendidos y gigantescos, asqueados de los ídolos de la muchedumbre, aturdidos por el estruendo de la vida, desatentos e ineptos porque sus almas están a la escucha de un cántico que viene desde dentro y hacia lo infinito se eleva.

Conocen el espanto de aquel que se asoma solo al abismo de los grandes misterios, el vértigo de las grandes alturas, la soledad angustiosa del alma frente a la inconciencia humana. Conoce la lucha atroz contra la animalidad que retorna, las inmensas fatigas y peligros que aguardan a quien quiere apartarse en vuelo. Los ciegos dicen: Está loco. Y él se siente aplastado por el peso inútil del número. Comprende la bajeza de quien no lo comprende. Él no es como los demás, sólo un cuerpo, es sobre todo un alma.

¡Ay de vosotros, los que son hoy aplaudidos por los hombres!

Después de apuntar estas ideas de los maestros de sabiduría, concluyo diciendo que debemos tener discernimiento para determinar qué ideas de las que aprendemos de la realidad, nos resultan útiles y luminosas, y cuáles debemos desechar de nuestro interior por dañinas.

El discernimiento es muy importante para avanzar en el camino del crecimiento espiritual.

Cuidémonos también de las ideas que ponemos en el alma de los demás. Una idea luminosa, puede ser el mejor regalo para nuestro prójimo, pero una mala idea, llena de odio y de rencor, puede envenenar el alma del otro, y también, de alguna manera, el alma del mundo.

TADEO

jueves, 16 de julio de 2009

EGO Y EGOÍSMO

EGO Y EGOÍSMO

Durante las últimas semanas he estado meditando sobre el tema del EGO y del EGOÍSMO y mi deseo es poner por escrito algunas de las ideas fundamentales que he sacado en claro de mis estudios al respecto. Tengo claro en mi cabeza lo que quiero transmitir, pero me hago un lío intentado encontrar la manera más sencilla de hacerlo.

¿Por qué se me hace tan complicado explicar mis ideas? Debe ser porque no tengo una manera sencilla de responder a los muchos por qué que se desprenden de mis afirmaciones. Bueno, intentaré avanzar aunque diste mucho este escrito, de ser un texto redondo y que Dios coja confesados a mis lectores.

He empezado por buscar en los diccionarios qué significa la palabra EGO. He descubierto que EGO no es más que una palabra latina que significa YO. Pero ¿qué es YO? ¿Qué significa esta palabra? Los diccionarios dejan claro que la palabra YO es de las más complicadas de definir y de hecho, existen diferentes definiciones en función del área del conocimiento en el que nos estemos moviendo.

No es lo mismo hablar del YO en el ámbito de la lingüística, que en el ámbito de la antropología, o del psicoanálisis, o en el ámbito de las filosofías occidentales u orientales.

Mi intención es explicar la idea del YO que he aprendido de los maestros de sabiduría.

Para entender la manera en que ellos conciben el YO, tenemos que tener siempre presente una idea básica, y es la idea del MOVIMIENTO. Si en algo se diferencia el pensamiento del hombre ordinario, con respecto al pensamiento de los maestros de sabiduría, es en que el hombre ordinario busca instintivamente el comienzo de las cosas y una vez que encuentra el principio del fenómeno, avanza hasta desmenuzarlo completamente y de ese modo, llegar a entenderlo a cabalidad.

Los maestros de sabiduría procuran dejar claro que los fenómenos no tienen un principio, sino que forman siempre un eslabón de una cadena infinita, y además, todo fenómeno se encuentra en movimiento, y por tanto eso lo relativiza todo. Quiero decir con esto, que para los maestros de sabiduría, lo que puede parecernos hoy una verdad absoluta, mañana puede ser una verdad relativa, luego, una media verdad, y más allá en el tiempo, puede convertirse en una mentira.

Para ellos, lo que hoy nos parece justo, mañana será injusto, y eso no significa que en su día nos hayamos equivocado valorando el fenómeno en cuestión, sino que esto que nos ha sucedido es lo normal que ocurra siempre. Ellos dicen. Por muy maravillosa que parezca la fruta, sólo tenemos un momento idóneo para comerla. Si no la comes en su momento de maduración óptima, entonces perderás la posibilidad de hacerlo, porque se pudrirá de no ser consumida.

Del mismo modo entienden ellos todos los fenómenos de la naturaleza y la sociedad. Hay ideas sociales, por ejemplo, que hoy nos parecen maravillosas. Me refiero, por ejemplo, a las ideas de libertad, de justicia, de bien, etc. Según ellos, estas ideas corresponden a nuestro nivel de evolución de nuestra conciencia, pero dan por sentado que no serán ideas eternas y siempre están prestos a adoptar las nuevas ideas que respondan en cada caso, al momento psicológico que viva la humanidad.

Otro ejemplo de esto, es cómo ciertas ideas en su momento, resultan revolucionarias y avanzadas, pero luego que estas ideas han dado su “zumo”, luego de haber sido “exprimidas”por la sociedad, deben ser desechadas, y por tanto, tales ideas que en su día resultaron avanzadas y válidas y motor del progreso, luego ellas mismas, así como las personas que las sostienen, se convierten en impedimento del desarrollo, y por tanto, se convierten en reaccionarias, así como las personas que las defienden.

Aparentemente me he alejado del tema del YO, pero quise hacerlo para que entiendan luego con facilidad, cómo para los maestros de sabiduría, la idea del YO también varía a lo largo del tiempo.

En un momento determinado de la evolución, sólo existía un YO, que podemos identificar con Dios, o con la Antimateria, o con el Espíritu puro. El proceso de diferenciación nos fue aportando progresivamente un cuerpo MONÁDICO, un cuerpo ÁTMICO, un cuerpo BÚDICO (he aquí nuestros 3 cuerpos espirituales) y luego, aparecieron los 3 cuerpos físicos, que son el cuerpo MENTAL, el cuerpo ASTRAL y el cuerpo FÍSICO.

Como todo existe en movimiento y nos movemos constantemente en un ciclo eterno que nos lleva desde el espíritu puro hasta la materia pura y viceversa, en un proceso que, según las enseñanzas tibetanas dura 311 040 000 000 000 de años, la idea del YO, también progresa.

En el momento en que nos encontramos hoy, es decir, encarnados en un cuerpo físico, está claro que cuando decimos YO, estamos pensando sobre todo en nuestro cuerpo físico. De hecho, el ser humano común, no entiende el YO como algo diferente del cuerpo físico.

Sin embargo, los maestros de sabiduría nos invitan a entender el YO de otro modo. Ellos nos explican la importancia que tiene el reconocer, además de nuestro cuerpo físico, también el resto de nuestros cuerpos: ASTRAL, MENTAL, BÚDICO, ÁTMICO, MONÁDICO y ÁDICO (este último es el cuerpo mismo de la divinidad).

De hecho los religiosos orientales cuando dicen el famoso mantram:
OM MANI PADME HUM (Yo soy la joya en el loto), y sobre todo, la primera parte, OM MANI (Yo soy) no están pensando en el YO entendiéndolo como cuerpo físico, sino que procuran ponerse en contacto con ese YO más profundo y trascendente.

Téngase en cuenta que cuando el cuerpo físico muere, los cuerpos espirituales siguen viviendo. Y téngase en cuenta que eso que se muere primero, es lo más externo y lo más alejado de nuestra verdadera esencia y por tanto, de nuestro verdadero YO. Los maestros de sabiduría nos enseñan que somos mucho más que nuestro cuerpo físico, y que necesitamos expandir la idea del YO.

Una vez que hemos conseguido pensar en nosotros mismos como seres de múltiples cuerpos y con esencias mucho más duraderas que el cuerpo físico, estamos en condiciones de reflexionar sobre otro aspecto relacionado con todo lo anterior e igual de interesante.

Dicen los maestros de sabiduría que el ser humano en los inicios de su existencia, identificaba lógicamente, su YO, con su cuerpo físico y lo cuidaba por instinto de conservación. Con el tiempo fue perfeccionando sus habilidades para cuidar de sí mismo y a lo largo de años y años, fue aprendiendo a cuidar de su pareja y de sus hijos del mismo modo en que cuidaba de sí mismo. Esto está relacionado con el amor. En la medida en que somos capaces de amar al otro, expandimos sobre él nuestro EGO.

Una persona que ama a otra, siente que no son más dos cuerpos, sino que son uno solo. Curiosamente en los planos espirituales esto es cierto. Cuando dos personas se aman, fusionan todos sus cuerpos. Los cuerpos más densos tienen más problemas para fusionarse, y los menos densos, tienen menos problemas, de este modo, los cuerpos FÍSICOS se unen a través del acto sexual, los cuerpos ASTRALES, se unen a través de los sentimientos compartidos, los cuerpos MENTALES, se unen a través de las ideas compartidas, y luego, los restantes 3 cuerpos (BÚDICO, ÁTMICO y MONÁDICO) se unen de una manera increíble, y a veces esta unión la arrastramos a lo largo de nuestras sucesivas vidas.

Por eso es que las personas que se han amado alguna vez, luego en las encarnaciones siguientes, vuelven a encontrarse en el camino de sus vidas, porque existe entre ellos un lazo energético espiritual increíblemente fuerte. Crear estos vínculos de amor con las demás personas nos hace grandes en los planos espirituales. Cada lazo de amor que fabricamos, cada puente de amor que tendemos hacia otras personas, se ve en los planos espirituales como un rayo de luz, y las personas capaces de amar al prójimo, se ven como soles. Son seres luminosos con auras preciosas. Si amar de este modo, puede ser hoy un problema, en las sociedades del futuro, iremos eliminando las barreras que hoy le ponemos al amor.

Retomando el curso de mi explicación, les decía que el EGO se expande hacia los seres amados, como la pareja y los hijos. En este momento de la evolución nos encontramos hoy. Somos capaces de amar y de dar hasta la propia vida por nuestras parejas e hijos. Sin embargo, vamos camino hacia la expansión del YO hasta límites insospechados.

Si hoy en día, una persona EGOÍSTA, es aquél que sólo es capaz de pensar en él y de preocuparse por el bienestar personal, dentro de unos años, una persona egoísta será también aquella que sólo sea capaz de pensar en él y en su pareja e hijos.

En un futuro no muy lejano, nuestro EGO se expandirá hacia la familia más extensa y luego hacia todos los habitantes de la ciudad, de la nación y del planeta. Ese es el futuro que nos espera. Dentro de unos cuantos cientos de años, seremos capaces de amar a cualquier ser humano, del mismo modo en que hoy amamos a nuestra pareja e hijos.

Por tanto, los maestros de sabiduría nos invitan a amar al prójimo, que es lo mismo que decir, a expandir nuestro EGO. Nos invitan a olvidarnos de esa idea del YO limitándola a nuestro cuerpo FÍSICO, y reconociendo que a fin de cuentas, el ser humano es mucho más que su cuerpo físico, que su vida trasciende la vida misma del cuerpo FÍSICO, y que en esos estados de la existencia, conformamos con los demás seres humanos, unidades colectivas, porque recordemos e imaginemos, que una vez sin cuerpo físico, desearemos unirnos con las personas amadas y permanecer así metidos unos dentro de otros, para toda la eternidad, disfrutando de un tipo de unión de amor inconcebible para los seres que vivimos hoy presos de un cuerpo físico.

TADEO

viernes, 3 de julio de 2009

YO QUISE SER UN LAMA


YO QUISE SER UN LAMA

Cuando era niño me sentía un bicho raro. A simple vista podía parecer un niño normal, pero se dieron situaciones atípicas alrededor de mi nacimiento que hicieron que mis padres y mi familia en general, tuvieran hacia mí un trato especial.

Ya les he hablado de este asunto en entradas anteriores. Una señora muy milagrosa, una mujer considerada una santa de mi ciudad natal, se apareció como por arte de magia el día antes de mi nacimiento, y rompió el hechizo que impedía a mi madre tener hijos varones. Al menos otros 3 bebés perdió mi madre. Yo fui en cambio, el único que se logró salvar de los brazos de la muerte.

Quiero decir con esto, que yo tuve, no tres reyes magos, pero sí una maga que puso las manos en el vientre de mi madre para romper aquel maléfico hechizo, y hubo alrededor de mi nacimiento, esos santos inocentes, hermanos míos, que murieron sin que tuvieran la suerte que tuve yo.

Dice mi madre, que ella tenía que estar siempre pendiente de mí, porque no lloraba nunca. Dice que me despertaba y me quedaba en la cuna sin llamar a nadie. Que era muy tranquilo. Que siempre tuve una extraña paz en mi alma.

Luego, cuando empecé a mirar el mundo desde mis propios ojos, aunque me gustaba jugar con los niños de mi edad, también me encantaba sentarme a escuchar a las personas mayores.

Mi abuelo de 80 años, me llevaba a la iglesia y luego de rezar y de echarle dinero a los santos, se sentaba en el pórtico del templo a conversar con sus amigos.

A mí me invitaba a que me pusiera a jugar con los demás niños, a corretear por el templo y sus alrededores, pero yo prefería sentarme a escuchar las conversaciones de los mayores. Escuchaba atentamente todo lo que allí se decía, y luego cuando nos marchábamos, interrogaba a mi abuelo sobre todo lo que no había llegado a comprender. Parece que era un niño muy dado a preguntarlo todo.

Ya desde entonces, me daba cuenta de que había una especie de madurez en mí, impropia de mi edad o de lo que se esperaba de mí para aquellas edades.

A veces llegué a pensar que era un robot, una suerte de experimento científico, porque miraba a mi alrededor y notaba que los demás miraban el mundo de un modo que a mí me resultaba raro. Los gustos e intereses de los demás, no eran por lo general, mis gustos e intereses.

Por eso me daba miedo ir al médico. Pensaba que un buen día uno de los doctores que me atendía, me desconectaría. Me preguntaba si mis padres serían conscientes de aquello que en mí era sólo una sospecha. Me pasé pensando cosas como estas, durante buena parte de mi niñez.

En el colegio era un niño aventajado y mis profesores me adoraban. A veces daba clases a mis propios compañeros, y compartía mesa con el resto de los profesores gracias a que mi padre era profesor del colegio y me llevaba a almorzar con él.

Si un buen día hubiera llegado a mi casa un lama con su túnica azafrán diciendo que yo era la reencarnación de uno de sus maestros fallecidos, me habría parecido tan natural. Me habría ido más feliz que feliz al Tibet y hubiera adoptado mi vida de monje sin ningún problema.

De hecho, en cierto momento de mi vida, teniendo ya 19 años, y estando estudiando Ingeniería Industrial en la Universidad Central de las Villas, decidí que estaba tirando mi vida por la borda. Comprendí que me estaba engañando a mí mismo siguiendo aquel camino que me conduciría a llevar una vida de ingeniero, y lo dejé todo para irme a estudiar la carrera de Licenciatura en Historia.

No me fui a un monasterio tibetano, pero sí hice algo que me acercaba a ese mundo. Me dediqué a los estudios históricos, filosóficos y sociológicos, es decir, estudios que me acercaron a esos temas que siempre me fascinaron: la historia, la filosofía, la sociología, la religión, la etnografía, el arte, etc. Por primera vez me sentí estudiando algo que me llenaba y para lo que al parecer, había nacido con habilidades, pues ya durante mis estudios de ingeniería, mi profesora de filosofía descubrió en mí un talento natural para su asignatura y en más de una ocasión me pidió que diera conferencias sobre ciertos temas. Mis compañeros decían que aquella mujer estaba enamorada de mí.

De manera paralela a mi carrera, realicé estudios por mi cuenta de hinduismo, budismo, teosofía y otras ciencias esotéricas. También estuve estudiando el pensamiento cristiano, a la par de acercarme al estudio de las religiones populares cubanas como la santería, la palería y el espiritismo.

A los 24 años, ya tenía muy claro que mi vida sería un camino de búsqueda y de crecimiento espiritual. Y así ha sido.

Tengo claro que no soy la reencarnación de un lama. Pero al mismo tiempo, me parece tan raro que Osel, el niño lama español, ese a quien le tocó en suerte ser llevado al monasterio de Sera, al norte de la India, para asumir la vida de monje budista, por haber sido aceptado como la reencarnación del lama Yeshé, tenga tantas dudas de sí mismo, sobre su vida pasada y futura.

¿Se estarán equivocando los lamas en este asunto de buscar bebés por el mundo dando por sentado que los maestros lamas fallecidos regresan a la tierra al poco tiempo de haber fallecido? Al respecto tengo serias dudas.

Según los conocimientos que tengo, las almas reencarnan como promedio, cada 144 años. Entonces ¿por qué tienen los lamas que regresar a la tierra inmediatamente después de haber desencarnado? ¿Y por qué regresar para hacer exactamente lo mismo?

Luego, desde mi auto conocimiento, desde la búsqueda personal que he realizado, he llegado a recopilar información suficiente de mi vida pasada como para saber al menos, que no fui un monje tibetano. ¿Entonces cómo es posible que Osel, tenga tantas dudas al respecto? Sus dudas no hacen más que agrandar las mías.

Cuando se tiene un poquito de crecimiento espiritual, y cuando se ha vivido la vida que este chico ha vivido, te guste o no lo que tienes por delante, comprendes en tu fuero interno, que estás en tu lugar. Sin embargo, Osel ha renegado incluso, de la filosofía budista.

En todo caso, creo que Osel estará preparado para ser un buen lama, aún cuando no haya sido realmente la encarnación del lama Yeshé. Tal vez sea mejor para la evolución del universo lama, que lleguen a esos templos almas mejor preparadas para seguir haciendo avanzar estas religiones. Porque lo que sí está claro es que si Dios lo ha llevado a ese sitio, por algo será.

TADEO

miércoles, 17 de junio de 2009

DEL AMOR AL ODIO O DEL ODIO AL AMOR


DEL AMOR AL ODIO O DEL ODIO AL AMOR

Dicen que del amor al odio sólo hay un paso. Más que un paso, diría yo que son dos sentimientos que conviven dentro de nuestro ser con relativa comodidad. Esto hace a los seres humanos complejos e interesantes.

¿Cómo es posible que seamos incapaces de no saber muchas veces si estamos amando u odiando a una persona? Diré más, a veces pensamos que estamos amando a una persona a las 8 de la mañana, y a las 2 de la tarde ya estamos convencidos de que la estamos odiando, y eso, sin que haya ocurrido nada objetivo entre ambos. Parece ser que esto forma parte de la naturaleza humana. A veces nos cuesta trabajo aclarar nuestra mente y nuestros sentimientos.

¿Qué explicación dan los maestros de sabiduría para este curioso fenómeno? Cuando les he interrogado al respecto, me han contestado más o menos en estos términos.

El ser humano es una mezcla armoniosa de espíritu y materia. Su parte Material está formada por 3 cuerpos que son a saber, el cuerpo Físico, el cuerpo Astral o Emocional, y el cuerpo Mental. Su parte Espiritual está formada por otros 3 cuerpos que son a saber, el cuerpo Búdico, el cuerpo Átmico y el cuerpo Monádico.

Nuestra parte Material siente y analiza, mientras que nuestra parte Espiritual ama. De ahí que ante determinado fenómeno, como es el fenómeno de la pareja, o de las relaciones interpersonales, puede ser que una parte de nosotros ame (la parte espiritual) y la otra parte de nosotros odie, o muestre rencor o indiferencia, o celos (la parte material)

Si tenemos en cuenta que nuestra parte Espiritual no sabe hacer otra cosa que amar, entenderemos por qué todos estamos en principio, preparados para dar y recibir amor . Todos los seres humanos estamos en condiciones de amar.

Cuando nuestra parte espiritual irracional, ama, y nuestra parte material racional ama porque entiende y le encuentra sentido a ese amor, no hay problemas. Todo es armonía.

Cuando nuestra parte espiritual irracional ama, y nuestra parte material racional no encuentra razones para que amemos o para que sigamos amando, en el caso de que ya hayamos amado, pues ahí es cuando aparece la contradicción y el malestar y las tensiones internas.

Ambas partes de nosotros mismos, luchan por imponer su mandato. El amor que emana de nuestra fuente espiritual primordial e irracional dice AMA, pero nuestra mente racional y analítica hace su trabajo y llega a la conclusión de que no es lógico que se ame. Llega a la conclusión de que la otra persona no se merece nuestro amor, y si por demás, existen los miedos al sufrimiento, a que nos hagan daño, esto hace que nos aislemos y pongamos barreras desde nuestra mente, al flujo natural de amor que emana de manera natural y constante desde el fondo de nosotros mismos.

Amar, cuando nuestra mente no está de acuerdo con que se ame, es doloroso. No amar, cuando nuestro ser interior nos está diciendo AMA, es también doloroso. Sin embargo, son dos dolores diferentes.

A consecuencia de nuestro estado actual de crecimiento espiritual, preferimos el sufrimiento que produce el dejar de amar. Casi siempre escuchamos a nuestras mentes , porque nuestra cultura, sobre todo la cultura occidental, nos ha enseñado a ser racionales, a apostar siempre por la racionalidad, y siguiendo la lógica de nuestros pensamientos, acallamos nuestra voz interior que dice AMA, y cargamos con esa cruz extraña, que dentro de nosotros nos quema, y nos quema, porque aunque no queramos reconocerlo, algo dentro de nosotros no deja de gritarnos: AMA.

A veces toda nuestra vida se vuelve luchar contra esta voz interior una vez que hemos apostado por no amar. Procuramos encontrar nuestra felicidad en cosas variadas, en darle placeres a nuestro cuerpo físico de todas las maneras posibles: comida, bebida, fiestas, viajes, sexo, casas, coches, dinero, o incluso, con otra persona que se merezca nuestro amor.

A veces encontramos a esa otra persona, pero muchas veces nos pasa que volvemos a fracazar . ¿Por qué? Pues porque no estamos preparados para amar. Queremos encontrar el amor llevando dentro de nosotros amordazado a nuestra parte espiritual, que nos dice AMA.

Los seres humanos queremos filtrar el AMOR, usando el "colador" de nuestra mente y esto no es lo recomendable. Nos han hecho creer que el AMOR, es eso que obtenemos de colar esa energía pura que sale de nuestra parte espiritual e irracional, usando como colador nuestra mente. Con ese AMOR colado, adulterado, limitado, vamos por el mundo en busca de la felicidad.

La humanidad actual está viviendo un interesante proceso de acercamiento de almas. Es un proceso que ocurre delante de nosotros y no nos damos cuenta. La velocidad de expansión del Universo Físico, (según han demostrado nuestros científicos) se está reduciendo. Pero ¿qué está pasando con el resto de los Universos que también habitamos? ¿Qué estará pasando con el Universo Astral, con el Universo Mental, y con el resto de los Universos Espirituales de los cuales formamos parte?

Hagamos un pequeño ejercicio para responder a estas preguntas. Pongamos un lápiz delante de nosotros sobre nuestra mesa de trabajo. Intentemos atraerlo hacia nosotros usando el poder de nuestra mente. ¿Difícil, cierto?

Cerremos luego, nuestros ojos e imaginemos que movemos hacia nosotros el mismo lápiz. Seguramente lo podrán imaginar, ¿cierto? Comparemos, a continuación la dificultad que hay entre mover el lápiz físico, con la dificultad de mover el lápiz mental. Llegaremos a la conclusión de que mover el lápiz mental es muchísimo más fácil que mover el lápiz físico.
Pues bien, esto nos ayudará a comprender que a Dios le resulta mucho más fácil mover el universo Mental, hasta reducirlo a un punto, que hacer eso mismo con el universo Físico. Intento decir con esto, que cuando empecemos a notar que nuestro universo Físico deja de expandirse y comienza a contraerse, el proceso análogo de contracción del universo Mental estará muchas veces más avanzado.

Intento decir con esto, que aunque imperceptible para la mayoría de nosotros, con la llegada de la Era de Acuario, el proceso de acercamiento de las almas, provocado por el proceso de acercamiento de los Universos Espirituales, está creando una verdadera revolución imperceptible al centro de cada uno de nosotros.

De ahí que cada vez esa voz interior que en nosotros dice AMA, esa voz que hoy no es más que un prisionero al interior de nuestro cuerpo, se fortalece y se libera cada vez en más y más personas.

Cada día en nuestro planeta más y más personas sienten liberados en su interior la voz de su parte espiritual irracional. Esas personas a quienes les pasa esto, por fin llegan a comprenderse a sí mismos, llegan a conocerse a sí mismos, y ese conocimiento los lleva a la felicidad.

Esas personas comprenden por fin varias cosas:
1-Del mismo modo en que sólo podemos diferenciar el agua cuando se congela y se convierte en cubitos de hielo diferenciados, el ser humano sólo se puede diferenciar del resto de los seres humanos, cuando en un punto de nuestra evolución nos “congelamos” y recibimos nuestros vehículos materiales, es decir, cuando recibimos nuestro cuerpo mental, nuestro cuerpo astral o emocional, y nuestro cuerpo físico.

Pero la mayoría del tiempo, no estamos así “congelados” como nos encontramos ahora metidos en nuestros cuerpos materiales. La mayoría del tiempo, nos la pasamos en estado “líquido” o “gaseoso”, es decir, en esos estados espirituales en que dejamos de ser seres individualizados, para ser todos el mismo UNO con el Creador, llamémosle Dios, o el espíritu puro o la Antimateria, o como mejor nos parezca.

2-Si en un momento dado de nuestro crecimiento como raza humana, la mente racional nos aportó herramientas para crecer y desarrollarnos sobre la faz de la tierra, está llegando el momento de renunciar a nuestra mente racional para seguir desarrollándonos, del mismo modo en que todo en la naturaleza tiene su principio y un fin, del mismo modo en que sólo podemos comernos una fruta una sola vez.
La mente racional, que tanto nos ha ayudado, comenzará a ser un obstáculo en determinado momento de nuestra evolución como seres humanos. De hecho, ya para entender el AMOR, y todos los fenómenos naturales o sociales marcados por lo infinito, la mente racional se encuentra limitada.

3-Atrévete a mirar dentro de ti. Atrévete a revelarte contra tu mente cuando te diga NO AMES. AMA SIEMPRE. Toma partido por la parte de ti que no está condenada a perecer, porque al final, nuestra mente no tiene futuro en el mundo por venir. Nuestros cuerpos espirituales sí. Supedita tu mente a tus cuerpos espirituales y siéntete feliz cuando tu voz interior te diga AMA. Esa voz es la voz del bien, y es la voz que tiene futuro. Fortalécela, dale alas, y de ese modo le estarás dando alas y estarás embelleciendo y fortaleciendo tus cuerpos espirituales.

Del mismo modo en que nos vamos al gimnasio y el ejercicio físico, embellece nuestro cuerpo físico, el ejercicio del AMOR, embellece nuestros cuerpos espirituales. Medita, ponte en contacto con tu YO espiritual y aprende a convivir con su voz, y con la voz de tu mente. Y siempre que ambas voces entren en conflicto, tómate tu tiempo y elige qué hacer.

Si eliges AMAR, como te ordena tu Yo espiritual, estarás creciendo espiritualmente y estarás contribuyendo a la evolución de la raza humana. Si eliges NO AMAR, como te dicta tu mente, estarás retrocediendo en tu camino de crecimiento espiritual, y te estarás aliando a las fuerzas que impiden que la raza humana continúe creciendo y evolucionando hacia formas de vida más y más elevadas, es decir, hacia formas de vida en la que podamos todos experimentar la verdadera felicidad.

TADEO

miércoles, 20 de mayo de 2009

LA MAGIA DEL PÉNDULO


LA MAGIA DEL PÉNDULO

Recuerdo muy bien el día en que mi profesor de física del instituto donde estudié, nos hizo notar el interesante fenómeno que ocurre cuando hacemos oscilar un simple péndulo.

Observen, nos dijo, mientras hacía oscilar de un lado a otro una bola de acero atada a una cuerda:
¿Qué debemos hacer para que el péndulo realice la oscilación en menos tiempo?
Para muchos de nosotros estaba claro, darle velocidad a la bola de metal que colgaba de la cuerda. Estábamos convencidos de que si le imprimíamos una fuerza mayor, se movería más rápido y así la oscilación ocurriría en menos tiempo.

Nos equivocábamos. El profesor nos dejó que le diéramos con mayor fuerza al péndulo, y ¿qué sucedió? Pues que aunque la bola de metal se movía más rápido, también aumentaba la amplitud de la oscilación y por tanto, tenía que recorrer un espacio mayor.
Si por el contrario, le dábamos despacio, iba más lento, pero el espacio barrido por el péndulo era menor.
El profesor nos hizo medir con un cronómetro el tiempo que demoraba el péndulo en hacer su recorrido y comprobamos sorprendidos que el tiempo en todos los casos era el mismo, es decir, se mantenía constante.

Me pareció maravilloso tener algo delante, que le hicieras lo que le hicieras, no variaba el tiempo de oscilación. Ese día comprendí lo maravilloso de las leyes físicas, y por ende, de las leyes de la naturaleza.

Este experimento me sirvió para entender que el mundo no es una caos y que todo está regido por leyes objetivas, es decir, por leyes inviolables, como inviolable es el tiempo en que el péndulo demora en realizar su recorrido. Estas leyes no dependen de nuestra voluntad, ni dependen de nuestra conciencia. Podemos pegarle más y más fuerte, y el tiempo seguirá constante, o podemos creer que dándole más fuerte conseguiremos acelerar las cosas, pero no es así. O podemos intentar que las cosas vayan más despacio, pero otra vez la ley se resiste a cambiar.

Está claro que lo único que podemos hacer con las leyes de la naturaleza es estudiarlas, comprender su funcionamiento para luego intentar usarlas en nuestro beneficio.

Del mismo modo en que el mundo físico, está regido por leyes inviolables y magníficas, dicen los maestros de sabiduría, que el resto de los mundos, es decir, los mundos astral (o emocional), mental, búdico, átmico y monádico, también están regidos por leyes igualmente objetivas e inviolables.

La ley del péndulo antes expuesta, puede ayudarnos a reflexionar y a comprender los fenómenos naturales y espirituales.

Supongamos que en un extremo del péndulo está la materialidad y en el otro, la espiritualidad. Supongamos que tenemos en un extremo del péndulo a la materia pura, y en el otro, al espíritu puro. Supongamos que la sustancia, es decir, todo lo que existe, se mueve y transforma de manera pendular. Hagamos mover el péndulo y pensemos que tenemos en la mano todos los universos, los conocidos y los desconocidos. Demos por sentado que todo lo que existe funciona de este modo.

Observemos que todo lo que existe, existe en movimiento. De aquí podemos llegar a una sabia e interesante conclusión. Cada vez que intentamos observar un fenómeno para estudiarlo, lo detenemos y por tanto, lo desvirtuamos.
Pongo un ejemplo:
Cuando nos preguntamos ¿Qué fue lo primero? ¿Qué había en el principio de los tiempos?
Nuestra mente racional necesita ir siempre a la raíz de las cosas. Hay efectos que tienen una causa primera fácil de localizar, y en esos casos, nuestra mente y nuestra ciencia, se encuentra a sus anchas, porque consigue comprender el fenómeno.

El problema aparece cuando los fenómenos son infinitos. Si diéramos por sentado que lo que existe siempre existió y que su naturaleza es pendular, es decir, va del espíritu puro a la materia pura y viceversa en un ciclo infinito.

Si esto es así, no tendría sentido que nos preguntáramos cosas como:
¿Qué había en el principio? porque son preguntas que dan por sentado un error, y es que hubo un principio, cuando realmente no lo hubo.
¿Qué surgió primero, el huevo o la gallina? He aquí otra pregunta que no tiene sentido porque al final, para responderlo, sólo podemos tomar un huevo en concreto y una gallina en concreto, pero cuando lo preguntamos así en abstracto, el fenómeno se hace infinito y nuestra ciencia se ve imposibilitada de darnos una respuesta. Esto es frustrante, pero a la vez es maravilloso.

Tal vez el ser humano debería procurar entender el infinito para poder aprender y estudiar correctamente todos estos fenómenos que están caracterizados por la presencia de lo infinito en ellos.
¿A dónde quiero llegar con todas estas reflexiones?
Aprovecho para dejarles algunas ideas relacionadas:
Nuestra conciencia racional es un arma limitada, y todo lo que es limitado termina siendo superado. Quiero decir con esto, que algún día el ser humano, la ciencia humana se enfrentará a problemas y fenómenos tales que no podrá abordarlos usando la mente racional.

Los grandes misterios del universo, y los grandes misterios de la vida y del ser humano están marcados por lo infinito, de ahí que posiblemente la ciencia nuestra no llegue nunca a comprender a cabalidad estos fenómenos, no llegue nunca a sintetizar en una idea, o en un conjunto de ideas, todo cuanto necesitamos saber.

Pero si no utilizamos nuestra mente racional para entender el mundo, ¿qué utilizaremos?

Los maestros de sabiduría lo tienen claro. Ellos creen que el ser humano es mucho más que el cuerpo físico, el cuerpo astral o emocional y el cuerpo mental. Ellos creen que cuando una persona ha perdido esos tres cuerpos materiales que son el cuerpo físico, astral o emocional y el cuerpo mental, se convierte en un ser capaz de manifestar lo más esencial de nosotros mismos, esa parte de nosotros que más se parece a la esencia del universo y de la sustancia misma. Ellos creen que en ese estado somos como dioses y estamos en posesión de las verdades más profundas.

De ahí que le den tanta importancia a la meditación, pues meditando nos olvidamos de nuestro cuerpo físico, de nuestro cuerpo astral o emocional y de nuestro cuerpo mental. Por eso se dice que la meditación pasa por dejar la mente en blanco e intentar en esas condiciones, percibir lo que hay más allá tanto dentro de nosotros, como fuera de nosotros.

Al parecer, estos ejercicios espirituales nos permiten ponernos en contacto con eso divino que hay en cada uno de nosotros y nos permiten hacernos cargo de nuestros cuerpos espirituales y fortalecernos, aparte de que experimentar ese YO más esencial, nos permite poner en práctica o activar esos mecanismos de aprehensión de la realidad que tenemos como dormidos y subutilizados, atados como estamos a la manera racional de comprensión, casados como estamos con el poder de nuestras mentes, sin comprender que incluso nuestras mentes son armas limitadas de percepción de la realidad.

TADEO

lunes, 4 de mayo de 2009

EL MISTERIO DEL AMOR

EL MISTERIO DEL AMOR

En mi post anterior he estado hablando acerca de las almas gemelas, y a raíz de eso, he estado conversando con amigos y desconocidos acerca de este tema y otros asociados y claro, sobre todos ellos sobrevolaba la idea del Amor. Tal vez por eso, he decido darle continuación al tema de las almas gemelas, tomando una de las tantas interrogantes que surgieron a lo largo de las conversaciones ya mencionadas para crear un marco que me permita echar fuera algunas de las ideas que ahora mismo cruzan por mi mente, aún sabiendo que tal vez deje algunas de esas preguntas sin respuesta.

¿Existe el Amor Ideal, la media naranja? Y si existe, por qué nos cuesta tanto encontrarla? Antes de responder a estas preguntas, tal vez deberíamos preguntarnos qué es el Amor. Está claro que nos llevaría muchísimo tiempo definirlo, o por lo menos, encontrar una definición que nos satisfaga a todos, así que intentemos minimizar este escollo dando por válidos algunos conceptos, aunque no lleguen a abarcar el fenómeno en su justa magnitud, en primer lugar, porque tal vez sea imposible expresar con palabras lo que el Amor es.

Me auxiliaré de Wikipedia para colocar aquí un concepto de Amor, que más o menos podamos aceptar todos:

AMOR:
Concepto universal relacionado con la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente se interpreta como un sentimiento y con frecuencia el término se asocia con el amor romántico. Para Gottfried Leibniz, «amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad». En el terreno religioso presenta fuertes connotaciones espirituales, de forma que trasciende el sentimiento y pasa a ser un estado del alma o de la conciencia, identificado en algunas religiones como Dios mismo. En Psicología, Robert J. Sternberg cree necesarios para que exista amor tres elementos: intimidad, pasión y decisión o compromiso. Para Erich Fromm, el amor es un arte. En Biología, parece estar relacionado con la supervivencia del individuo y de la especie. Según algunos, no es privativo de la especie humana, y también pueden presentarlo otros seres capaces de establecer nexos emocionales.

Dando por válido todo lo expuesto anteriormente, me gustaría definir el amor como la ley que explica absolutamente todos los fenómenos que ocurren en el universo conocido y en los universos aún desconocidos para el ser humano.

Es una única Ley, una ley grandiosa que se podría subdividir en muchas leyes, pero ante todo tiene carácter objetivo, es decir, que se cumple siempre más allá de la voluntad de los seres humanos. A esta Gran Ley a mí me gusta llamarle Dios, o más bien debería decir que me gusta llamarle a Dios, La Gran Ley. De aquí podría inferirse que para mí, Dios es Amor, por tanto, intentando definir qué entendemos por Amor, que ya he dicho que es una Gran Ley, podemos establecer la analogía siguiente:
AMOR = GRAN LEY = DIOS

Otra idea interesante que me gustaría dejar caer aquí y sobre la que valdría la pena reflexionar con profundidad es la siguiente: Dios está en todas las cosas, dicho de otro modo, la Gran Ley, o lo que es lo mismo decir, todo el conjunto de leyes que conforman la Gran Ley, se cumplen en todos los objetos y fenómenos conocidos y por conocer.

Dicho esto, podemos tomar como objeto de nuestro análisis al ser humano, al Amor manifestado en esa entidad que llamamos ser humano.

Desde la mirada del pensamiento oriental, el ser humano es mucho más que su cuerpo físico. El ser humano es una entidad que se puede descomponer como la luz, en siete partes. Ya dijimos que la Gran Ley se cumple igual para todos los objetos y fenómenos, por tanto, observemos como los orientales hacen con el hombre, lo mismo que con la luz. La luz se puede dividir en siete colores, y el ser humano se puede dividir también en siete cuerpos que son los cuerpos:
1-FÍSICO, 2-ASTRAL (O EMOCIONAL), 3-MENTAL, 4-BÚDICO, 5-ÁTMICO,
6-MONÁDICO, 7-ÁDICO (O EL CUERPO DE LA DIVINIDAD O LA ANTIMATERIA)

El amor es la ley que rige en todos estos cuerpos o niveles de existencia del ser humano. En el plano físico, ya sabemos que el amor se manifiesta a través del sexo. En el plano Astral, el amor se manifiesta a través de sensaciones de atracción hacia el ser amado. En el plano mental, el amor se manifiesta a través de pensamientos amorosos.

¿Por qué me he puesto a decir todo esto? Bueno, porque lo creo necesario para explicar por qué se hace tan complejo de explicar y de entender todo lo relacionado con el Amor al punto de que aún hoy siga siendo para los seres humanos, uno de los misterios más fascinantes.

Hoy por hoy, debido a nuestro nivel de desarrollo evolutivo, existen en la tierra 3 tipos de seres humanos:
1-Aquellos que entienden el Amor en mayor medida, como un acto físico y emocional.
2—Aquellos que entienden el Amor en mayor medida, como un acto emocional y mental.
3-Aquellos que entienden el Amor en mayor medida, como un acto mental y espiritual.

De estos tres tipos de seres, los más abundantes, son los del grupo 2, es decir, aquellos que entienden el amor en mayor medida, como un acto emocional y mental.

El mundo vive hoy inmerso en el despliegue del potencial racional (CUERPO MENTAL). Esos seres cuyo raciocinio es más limitado, dejan de ser paradigmas en un mundo como el actual, donde la fuerza bruta, el músculo sin mente pocas veces puede convertirse en rector de la actividad humana.

Existen áreas del conocimiento donde nuestra capacidad racional se mueve como pez en el agua y es realmente eficaz, pero en el campo del Amor no es así. Por eso es que no conseguimos desde nuestra racionalidad evitar el dolor que producen los fenómenos amorosos. En este terreno, todo se vuelve dolor e incomprensión ante nuestros ojos racionales. Intentaré explicarlo.

El Amor es Una Gran Ley, y esa gran Ley es Dios, y al parecer, la naturaleza de Dios está relacionada con un ciclo infinito de oscilaciones de todo lo que existe, desde el punto de máxima materialidad, hasta el punto de máxima espiritualidad, es decir, Dios eternamente está pasando de ser Antimateria o Espíritu Puro, a ser Materia.

¿Y esto qué tiene que ver con el amor de los seres humanos? Pues muy sencillo.

En el ciclo inverso, en el que la materia pura regresa a su estado de antimateria, surgió el ser humano.

Hubo un momento en que todo existía en el cuerpo de Dios (CUERPO ÁDICO) y luego de la gran explosión o Big Bang, todo lo existente se dividió en muchísimas partículas que llamamos mónadas (CUERPO MONÁDICO).
Dicen los maestros de sabiduría, que todos los seres humanos que hemos pasado por el planeta tierra, nacimos de 49 tipos de mónadas diferentes, es decir, que todos los seres humanos estaríamos vinculados a 49 familias, a partir del tipo de mónada que nos dio origen, pero en este tema no podría aportar más información.

Ahora bien, imaginemos que tenemos delante a una mónada. Esa mónada individualizada tiene material para formar el principio espiritual de muchos seres. No sé de cuantos. Explota y se forman partículas más pequeñas. Todas esas personas que nacieron de esa mónada, forman una familia espiritual. Son personas que a lo largo de las sucesivas encarnaciones se estarán encontrando e interactuando.

Luego, pensemos en ese pedacito de mónada con material suficiente para dar origen a dos almas. Ese UNO último que se separó de su mitad en el último instante. Pues bien, esos dos fragmentos de mónada dieron origen a un par de ALMAS GEMELAS.

Esas dos partículas diferenciadas salieron disparadas a gran velocidad en sentido opuesto cada una buscando un extremo del universo, no del universo físico, sino del universo espiritual. El universo espiritual es algo difícil de entender. Pero digamos que no ocupa un lugar en el espacio, pero imaginemos que es tan grande como grande es el universo físico. De aquí que dos seres humanos, uno puesto junto al otro, es decir, juntos sus cuerpos físicos, pueden estar uno del otro a años luz en ese universo espiritual. Por eso es que nos cuesta a los seres humanos tanto trabajo entendernos los unos con los otros, porque acercar los cuerpos, no significa acercar las emociones, ni las mentes ni los restantes cuerpos espirituales.

Hasta cierto momento del desarrollo evolutivo de la sustancia, los 6 universos que nacieron de Dios, se estuvieron expandiendo. Pero al parecer, con la llegada de la Era de Acuario, comienza a darse el proceso contrario de contracción de esos universos. Creo que hace poco le dieron el premio Nobel de Física a un científico que descubrió que el universo físico estaba disminuyendo su velocidad de expansión.

Ahora les digo yo, si bien el universo físico está perdiendo velocidad de expansión, ¿no sería lógico pensar que el resto de los universos menos densos que el universo físico, estarán perdiendo aún más velocidad?, o incluso, ¿por qué no pensar que hayan incluso algunos de esos universos que ya estén contrayéndose en este mismo instante?

¿Y todo esto qué tiene que ver con el Amor de los humanos? Pues muy simple.
A lo largo de nuestras sucesivas encarnaciones podemos experimentar la fuerza del Amor hacia cualquiera de nuestros semejantes, pero por un principio de superación, el ser humano busca consciente o inconscientemente ese ser que sea nuestra mitad exacta, porque intuye que ese ser debe existir. Esa búsqueda dura toda nuestra existencia, todas nuestras sucesivas reencarnaciones, y no concluirá hasta el fin de los tiempos, hasta que volvamos todos a ser Dios o Antimateria. Lo que sí tenemos todos asegurados es el reencuentro con nuestra otra mitad, y el regresar a ser UNO, con Dios.

Ahora bien, ¿por qué es tan complicado encontrar a nuestra ALMA GEMELA? Para entenderlo debemos intentar imaginar a esas dos partículas o micro mónadas avanzando en sentido contrario en el universo espiritual. Pensemos que ambas se cargaron de manera diferente. Una se cargó positivamente y la otra, negativamente. Cada cual, según su polaridad atrajo hacia sí un cuerpo Átmico diferente, un cuerpo Búdico diferente, un cuerpo Mental diferente, un cuerpo Astral (o Emocional) diferente y un cuerpo físico diferente.

En esas condiciones, así de “disfrazados” esos dos seres se encuentran en la tierra en una primera encarnación. Los cuerpos físicos están cerca, pero el resto de sus cuerpos están a años luz.

Hemos hablado de la expansión y contracción de todos los Universos que surgieron de la gran explosión de Dios o de la Antimateria. Y hemos dicho que la vida apareció manifestada en ese ciclo mediante el cual el mineral pasó a ser planta, la planta, animal, y el animal, ser humano, por tanto, podemos decir, que el ser humano surgió de un proceso de expansión relativo dentro del gran proceso de contracción de los Universos. Esto quiere decir que cuando dos seres que son ALMAS GEMELAS acercan sus cuerpos, sienten algo que no lo pueden explicar. Ese algo es la fuerza de Amor que los mantuvo unidos en su día, aún cuando sus mentes racionales no sean capaces de detectarse el uno al otro.

Puede que estos dos seres se encuentren un buen día en el camino de sus vidas y no lleguen a amarse. Incluso, es posible que lleguen a odiarse. Puede incluso que se maten el uno al otro sucesivamente. Esto, que desde el punto de vista de la razón humana, puede parecernos atroz, desde el punto de vista espiritual no lo es tanto, porque cuando matas a una persona, ambas almas se encadenan y así se garantiza que regresen juntas en la siguiente encarnación. Claro está, luego habría que evitar que el asesinato vuelva a repetirse, y habría que conseguir que esos sentimientos de odio y rabia, se vayan transformando en sentimientos de atracción hasta llegar a conseguir el nacimiento del Amor, o más bien, que esos dos seres sean capaces de invadir, de contagiar de Amor, a sus cuerpos más externos, como son el cuerpo mental, el cuerpo emocional y el cuerpo físico, con ese Amor que ya se tenían, pero no lo podían sentir por encontrarse oculto al interior de ellos mismos, anidando sólo en sus cuerpos espirituales (BÚDICO, ÁTMICO Y MONÁDICO).

Dicho todo esto, entenderemos por qué en este momento del desarrollo humano, la mayoría de las personas, es decir, los seres del tipo 1 y 2, nos encontramos incapacitados para reconocer a nuestra ALMA GEMELA.
¿Por qué? Porque la razón, la mente humana (CUERPO MENTAL), está imposibilitada para reconocerla. Sólo amando a todo el mundo sin distinción, estaremos amando al ALMA GEMELA.
Por eso Jesús decía: “Ama a tus enemigos”, porque al final, él sabía que el Reino de Dios no se daría en la tierra mientras los extremos no se tocaran.

Ahora bien, ¿qué pasa con nuestra vida amorosa entre tanto? Pues yo creo que en la vastedad de seres con los que interactuamos, encontramos seres parecidos a nosotros, unos con nuestra misma polaridad, y otros, de polaridad contraria, e incluso, también a nuestra auténtica ALMA GEMELA.
En el primer caso, nuestra mente se siente atraida por esta persona semejante y de igual polaridad, y en los restantes casos, sentimos con el “corazón”, algo que nos resulta atrayente en esa persona, aunque luego la convivencia y el ir racionalizando los sentimientos, es decir, valorar el Amor desde nuestra conciencia limitada (CUERPO MENTAL), nos haga comprender que somos muy diferentes y ese reconocimiento provoca en nosotros una especie de frustración que es muchas veces la causa del sufrimiento y de la ruptura de las relaciones.
Muchas veces los convencionalismos sociales, y la manera en la que hoy tenemos estructurada nuestra sociedad, impide que las relaciones entre ALMAS GEMELAS se faciliten. Pero con el tiempo, el propio ser humano irá creando un condicionamiento social para dichas almas encuentren un marco más propicio para su reconocimiento y acercamiento.
El dolor que experimentamos ante el fracaso de esas relaciones a donde gravitamos dejándonos llevar por el "corazón"(CUERPOS ESPIRITUALES), nos lleva a usar nuestra “mente limitada” (CUERPO MENTAL) para encontrar la pareja ideal. Y esta casi siempre la encontramos en un ser gemelo con nosotros, pero sólo en lo externo, es decir, una persona que tenga un cuerpo que nos guste, que sienta como nosotros y que piense como nosotros, es decir, un ser de polaridad similar a la nuestra.
Estos seres parecidos a uno, y de igual polaridad nos pueden hacer felices, pero llega un momento en que sentimos una voz interior que empieza a reclamarnos que sigamos buscando a nuestra auténtica ALMA GEMELA, y nos produce una especie de tormento que nos impide sentirnos totalmente plenos. Esas voces pueden llevarnos a romper estas relaciones aparentemente perfectas. Así vamos de encarnación en encarnación sin dejar de buscar, porque algo más fuerte que nosotros mismos nos empuja a esa búsqueda. Querer acallar esa voz, sería como querer acallar el latido del Universo, como querer acallar la voz de Dios.

Por tanto, el sufrimiento existirá siempre para el ser humano actual, lo mismo en el terreno del amor como en todos los terrenos de la vida, y no lo superaremos hasta que no venzamos este estadio marcado por la contradicción entre nuestros cuerpos materiales (FISICO, EMOCIONAL Y MENTAL) y nuestros cuerpos espirituales (BÚDICO, ÁTMICO Y MONÁDICO). Pero camino vamos de ello y cada vez nos acercamos más y más.

La Era de Acuario ha llegado, así que merece la pena estar atentos. Poner más amor en nuestro prójimo, aprender a mirar con los ojos del alma, más que con los ojos de la mente que son ojos que juzgan casi siempre induciéndonos al error sobre todo cuando de analizar temas tan profundos como el Amor se trata.

Si queremos encontrar a nuestra auténtica ALMA GEMELA, entonces tengamos en cuenta que:
1-Es un ser cuyo cuerpo físico, cuyas emociones y cuya mente, posiblemente no concuerden con la representación mental que nos hemos hecho de nuestra pareja ideal. Miremos con los ojos del corazón. Más que ver, sintamos. Busquemos dentro de nosotros y nuestros vehículos espirituales nos conducirán a ella. Antes bien, preguntémonos qué fuerza desconocida y mágica nos ha empujado a un ser tan diferente a nosotros, porque el ALMA GEMELA siempre termina apareciendo, aún cuando no lo busquemos.

2-Tengamos en cuenta que esa persona y nosotros, chocaremos mucho en muchos de los aspectos de la vida física por pensar, actuar y entender el mundo de maneras muy dispares. Puede que nuestra mente nos diga que es imposible llevar una vida de pareja satisfactoria a su lado, y puede que así mismo sea. Pero el que las contradicciones externas nos alejen de él, no significa que esa persona no sea nuestra ALMA GEMELA.

3-Demos por sentado, que nuestra mente encontrará siempre a una persona más afín a nosotros, a la hora de establecer una vida en común o una relación de pareja, pero no olvidemos que será sólo una afinidad externa. Y no olvidemos que el ser humano, por evolución, irá restando peso e importancia en su vida a sus cuerpos externos para identificarse cada vez más y más con sus cuerpos internos.

Mientras más avancemos en ese camino, es decir, en la misma medida en que vayamos dejando de ser seres racionales para convertirnos en seres espirituales, nuestros mecanismos de percepción de la realidad, esos con los cuales iremos sustituyendo al análisis racional por la síntesis irracional o intuitiva, nos dejarán en mejores condiciones para identificar a nuestra auténtica ALMA GEMELA.

Hoy por hoy, nuestro sistema espiritual (los espíritus que nos guían) se encarga de acercarnos a nuestra ALMA GEMELA con el fin de que tengamos con ella algún tipo de interacción que nos haga avanzar en ese largo camino de retorno al punto de partida.

Lo que surge de ese encuentro es difícil de saber. Algunos se quedan juntos para siempre, otros rompen sus relaciones y buscan a personas con quien tener vínculos más satisfactorios. Algunos buscan primero con el corazón y luego del fracaso se apoyan más en la mente. Otros hacen exactamente lo contrario, y otros no hacen ni lo uno ni lo otro, simplemente se quedan solos. Algunas personas encuentran a sus ALMAS GEMELAS casadas ya con otras personas.

Casos hay como personas hay, pero lo que sí parece inevitable es que las ALMAS GEMELAS acerquen sus cuerpos físicos alguna vez, es decir, lleguen a conocerse y lo más probable es que esto suceda en casi todas sus encarnaciones. Podría darse el caso de que el ALMA GEMELA no esté encarnada en la tierra en el mismo instante en que su contraparte le ha tocado venir, pero creo que en esos casos, uno acompañará al otro desde su plano de existencia distinto. No podrán estar juntos con el cuerpo físico, pero podrán estar juntos en los sueños (CUERPO ASTRAL) y juntos en todos los demás planos de existencia, aunque ellos no tengan consciencia de ello.
Hay ALMAS GEMELAS que nunca se han encontrado en la tierra, pero que se juntan en el plano de los sueños cada noche.


Puede ser, incluso, que esa persona que ha conseguido por evolución espiritual, ganarse el no tener que regresar a la tierra, o no tener que hacerlo al menos en ese momento, decida, al descubrir que su ALMA GEMELA sí le ha tocado encarnar, venir a la tierra para cumplir con la misión de ayudar a su otra mitad en su camino de evolución espiritual.

Lo que sí parece seguro, es que cada uno de nosotros, antes de fundirnos en el cuerpo de Dios, en el cuerpo del TODO, en el cuerpo del AMOR, nos fundiremos antes, en ese abrazo de Amor Eterno largamente soñado con nuestra auténtica ALMA GEMELA.



TADEO