domingo, 19 de septiembre de 2010

¿PODEMOS CAMBIAR EL DESTINO?


¿PODEMOS CAMBIAR EL DESTINO?

Hace unas semanas recibí un mail donde me hacían esta interesante pregunta:
¿Podemos cambiar el destino? Dando por sentado que quien me preguntaba, no lo hacía con la intención de filosofar, sino de aplicar mi respuesta a su propia vida, a sus problemas más perentorios, le respondí de la siguiente manera:

El destino, que es más o menos, lo mismo que los orientales llaman Karma, es una fuerza que actúa sobre nosotros influyendo, y a veces determinando nuestro presente y nuestro futuro.

¿De dónde sale esta fuerza? ¿Cómo se produce? ¿Qué la origina? Sale de nuestras acciones. Toda acción que realizamos provoca una reacción. Esa reacción, o más bien, la suma de reacciones que emana de nuestras acciones es el Karma.

El Karma es más fuerte o más débil según sea más joven o más viejo nuestro espíritu. Si tú eres una persona que ha encarnado en la tierra 50 veces, tendrás un karma más fuerte que una persona que sólo ha venido a la tierra 10 veces. ¿Por qué? Porque el número de reacciones que te vendrán encima será mayor, debido a que a la par, ha sido mayor el número de tus acciones.

Ahora bien, si tus acciones han sido buenas, las reacciones que te vendrán encima, también serán buenas. Si tus acciones son malas, las acciones que te vendrán encima serán malas.

Eso quiere decir que la fuerza del karma no siempre tiene que hacernos daño. Cada persona cuenta con su libre albedrío para enfrentarse a esa fuerza kármica. Lo que sucede a veces, es que la fuerza del karma es tan grande, que nos vence.

Como no conocemos nuestro karma, pocas veces somos conscientes de cuándo el karma nos está venciendo o cuándo simplemente nos estamos dejando llevar por la corriente kármica.

Cuando vamos por la vida avanzando a favor del karma, todo nos parece fácil, sorprendentemente fácil, a veces, hasta milagrosamente fácil, aún cuando el karma nos esté llevando a mal puerto, pues puede suceder que nos veamos de golpe rodeados de malos acontecimientos y no somos capaces de entender cómo ha sido posible llegar a tal situación. Por eso es que existe un refrán que dice que todas las desgracias vienen juntas, y esto muchas veces es cierto.

Comprender esto es muy importante porque a veces sentimos que todo se nos facilita y pensamos: “Dios me está llevando de la mano, y por tanto, todo ha de salirme bien”. Y no es así. Puede que tu propio karma te lleve al mal, si es que tú mismo has fabricado dicho karma negativo.

Es muy importante que todos seamos conscientes de que todo lo que nos ocurre, bueno o malo, es nuestra responsabilidad. No tiene sentido que culpemos a nadie de nada de lo que nos pasa, porque somos los únicos responsables. Y en eso reside precisamente, la justicia divina y el amor de Dios. Dios te deja fabricar tu vida. Si quieres tener un buen karma, fabrícalo. No le pidas a Dios que te dé, aquello que tú no has sido capaz de darte a ti mismo. Ni lo culpes de tus desgracias y carencias.

El buen karma es aquel que te lleva a crecer como espíritu, aquel que te hace madurar como ser humano, aquel que te hace ser capaz de amar al prójimo y perdonar al prójimo, aquel que te hace sentir feliz ayudando a los demás.

No podemos olvidar que nuestras metas no son terrenales, nuestras metas son espirituales, porque somos almas metidas en un cuerpo físico, y lo que trascenderá de nosotros serán los vehículos espirituales, y no nuestro cuerpo físico.

El cuerpo físico envejece constantemente y muere. Cuando hayas muerto, te quedarás con tus pensamientos y tus emociones. Esa energía mental y emocional, conjuntamente con la energía del resto de tus cuerpos espirituales (cuerpos búdico, átmico y monádico) volverá a propiciar el nacimiento de otro cuerpo físico, por tanto, vivir para nuestro cuerpo perecedero no tiene sentido. Lo ideal es vivir para fortalecer y embellecer nuestros cuerpos espirituales.

Esto mismo lo expresaba Jesús cuando nos decía: “No hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen, hacéis tesoros en el cielo”. Hacer tesoros en el cielo es lo mismo que vivir para atesorar buenos pensamientos y buenas emociones. Esos son nuestros verdaderos tesoros, pues nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas siguientes, mientras que los bienes materiales se quedarán en la tierra y no nos podrán acompañar en nuestras existencias futuras.

En conclusiones, sí podemos cambiar el destino. No siempre, porque a veces es tan poderoso que nos vence, que nos arrastra, pero a veces nosotros somos más fuertes y terminamos venciéndolo e imponiendo nuestra voluntad. De hecho, es bueno que nos impongamos a nuestro mal karma, porque de esta guerra salimos más fortalecidos. Ahora bien, para enfrentar y vencer nuestro mal karma, hay que empezar por saber qué es realmente bueno y qué es realmente malo para nosotros, y la verdad es que la humanidad ordinaria esto lo confunde constantemente.

Tener dinero y bienes materiales muchas veces el ser humano lo considera bueno, sin embargo, en la mayoría de los casos no lo es. Decía Jesús que primero pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el reino de Dios.

He conocido a algunos que me dicen que el dinero y los vienes materiales no son malos. Y es cierto, ellos no son malos de por sí, pero está claro que cuando el ser humano se encuentra en poder de ellos, corre mucho más peligro de que ellos terminen poseyendo su alma y por tanto, retracen su crecimiento espiritual. Si los bienes materiales retrazan nuestro crecimiento espiritual, entonces están siendo malos para nosotros.
Algunas personas creen que esos que se enriquecen, son los favoritos de Dios, y es todo lo contrario. Dios a sus favoritos, les abre las puertas del conocimiento oculto, y de la espiritualidad, nunca las puertas del Dinero, de la riqueza, y del poder material.

Hay quien se pregunta: ¿Por qué a las personas buenas les pasan cosas malas, y a las personas malas le pasan cosas buenas? Incluso, algunos, dejan de perseverar en el camino del bien, al ver que a otros peores que ellos, les ha tocado la suerte que ellos añoran.

Algunos maestros orientales dicen que ese mal que sufren las personas buenas, se debe a que en vidas pasadas han cometido errores y ahora en esta vida les toca pagarlos. Estoy de acuerdo, pero no dejen de tener en cuenta que muchas veces lo que sucede es que hemos trastocado en nuestra mente la verdadera idea del bien y del mal.

Por ejemplo, muchas veces consideramos la muerte como la mayor de las desgracias. Desde el punto de vista espiritual, sin embargo, se ve de otra manera. Desde el punto de vista espiritual una desgracia es que te ocurra algo que te haga retrazarte en tu camino de ascensión espiritual. Perder el cuerpo físico, no tiene por qué considerarse algo terrible teniendo en cuenta que quien lo pierde, puede volver a la vida en un nuevo cuerpo. Sin embargo, dañar los cuerpos astral o emocional y mental, con malas emociones, malos sentimientos y malos pensamientos, eso sí que deberíamos considerarlo una auténtica desgracia.

Hay quienes explican el fenómeno del karma poniendo como ejemplo el siguiente: “Si robas a alguien, a ti también te robarán. Si alguien te ha robado, es porque tú en otra vida, le has robado a alguien”. Aunque en determinado caso, esto pueda ser cierto, creo que es una manera simplista de verlo, pues no siempre tiene que ser así. Toda acción, buena o mala, trae aparejada una reacción que la equilibra, pero las maneras de conseguir el equilibrio, pueden ser muchas y de muy variado tipo.

Pondré un ejemplo para que se entienda mejor lo que quiero decir: Si en esta vida una persona mata a otra, no quiere decir que el asesino tenga que morir asesinado. Puede que esa energía de asesinato le acerque a la muerte por esa vía, puede ser que le acerque a otros asesinos, y lo que sí es seguro es que en la vida siguiente, asesino y víctima volverán a encontrarse en condiciones similares a aquellas que lo llevaron a cometer el homicidio. En tales circunstancias, el asesino tendrá que pasar la prueba de perdonar la vida a la víctima, y sólo así se librará del mal karma del asesinato cometido.

Otro ejemplo: Si un hombre mata a su esposa porque ella le ha sido infiel con otro hombre, en sus vidas siguientes volverán a encontrarse. Las fuerzas del karma los volverán a acercarlos, esa misma fuerza kármica la empujará a ella a serle infiel (ella puede luchar contra esa energía y no serle infiel) pero en caso de que lo sea o de que no lo sea, él sentirá deseos de matarla porque ese deseo se lo acerca el karma, y entonces él deberá perdonarla. Poner amor y perdón, donde antes había una energía de homicidio.
Otro ejemplo, para finalizar: Si una persona se suicida. En su vida siguiente, volverá a ser empujado por el karma a una situación similar a la que le produjo el suicidio. Entonces tendrá que superar el deseo de suicidio, que se le vendrá encima kármicamente. Si lo vence, habrá superado su mal karma, y si sucumbe, fortalecerá el karma de suicidio y tendrá que venir otra vez a superarlo.

En tales casos existen fuerzas espirituales de muy diversa índole, que se encargan de ayudar a estos seres a superar estos escollos, porque en los planos espirituales todas las almas se consideran hermanos y todos se preocupan por la evolución espiritual de todos.

Otra cosa que debemos tener clara es que el karma o destino, no es la única fuerza que está influyendo aquí y ahora sobre los seres humanos. Los seres humanos, además de estar condicionados por un destino personal, estamos condicionados por un destino de país, por un destino de continente, por un destino de planeta, por un destino de galaxia y por un destino de Universo dentro del gran multiverso que habitamos.

Ahora mismo el ser humano está siendo afectado por energías cósmicas y planetarias que lo están empujando a la espiritualidad. Dicho de otro modo, estamos viviendo una época en la que todos los seres humanos estamos siendo empujados hacia el crecimiento espiritual de un modo más poderoso que hace unos años atrás y eso responde a ciclos que desconocemos pero que nos contienen y por tanto, nos condicionan.

Podemos decir que nuestro destino personal, así como nuestro libre albedrío, se ve condicionado por el destino del planeta, por el destino de la galaxia y por el destino del Universo, y cuando ampliamos el campo de visión hasta este punto, comprendemos cómo se debilita nuestro destino personal y nuestro libre albedrío ante la influencia de estas grandes fuerzas.

TADEO

domingo, 5 de septiembre de 2010

21 DE DICIEMBRE DE 2012

21 DE DICIEMBRE DE 2012

Con sólo poner esta fecha en un buscador de la red, nos encontramos con un número enorme de artículos refiriéndose con expectación y hasta algo de temor a lo que nos espera una vez que el reloj marque la hora crucial. Ya escribí al respecto, pero vuelvo a la carga con el tema, y de paso, actualizo el blog, que buena falta que le hace.

Tengo otros motivos para volver al 21 de diciembre de 2012, y es que durante los últimos meses, he estado viviendo un montón de pequeños fenómenos paranormales, y he sentido a mi alrededor como si realmente algo estaría sucediendo en los planos sutiles. Lo siento, lo percibo. Algo está pasando, aunque no pueda explicar racionalmente qué, y algo me dice, que efectivamente, alguna cosa va a suceder. Algo dentro de mí se ha sentado a esperar, y si les digo la verdad, algo de mí se ha sentado a esperar con alegría.

¿Por qué? Esto les podrá parecer risible, pero desde niño tuve sueños que luego con los años, se convertían en realidad. Y no todo lo que he visto en mis sueños premonitorios ha ocurrido. Hace 20 años me vi paseando en un sueño, por una ciudad que creí futurista o de otro planeta, y terminó siendo la ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Sin embargo, he tenido otros sueños en los que he percibido cosas aún más asombrosas, por la tecnología que he visto al ser humano manejar en ellos. Todas estas cosas me hacen pensar que el futuro será hermoso y alentador.

Otra cosa que me ha pasado, es que ya no pienso en el 21 de diciembre del 2012 como una fecha tan lejana. De hecho, he empezado a reunir dinero para visitar Cuba, mi país natal, en el verano de 2012. Para entonces, por allá por Julio de 2012, me despediré de mis familiares y amigos, con la convicción de que la próxima vez que los vuelva a ver, ya habremos entrado como humanidad, en un nuevo ciclo terrestre, ese que los mayas denominaban con el ciclo presidido por el sexto sol. Un ciclo que durará algo menos de 13 000 años. Según las teorías teosóficas, al finalizar el ciclo del séptimo sol, es decir, dentro de aproximadamente 25 800 años, el ser humano habrá consumido su tiempo y desaparecerá, dando origen a otra raza de seres que habrá trascendido nuestra humanidad.

Otra idea recurrente en mis pensamientos, tiene que ver con la estructura del universo. Parece ser que si bien existe una parte material y visible en él, existe otra parte complementaria que es inmaterial e invisible. Pero ambas realizan constantemente un intercambio de energía, de manera tal que cuando una parte se dilata, la otra se contrae, como un gran corazón.

Partiendo de esta idea, podemos deducir que si bien, el mundo físico se está expandiendo en estos momentos, el mundo del vacío, o el mundo espiritual se tiene que estar contrayendo. Ambos fenómenos tienen una implicación sobre nuestra vida. Ahora bien, el que el universo material se esté expandiendo y por tanto, haciendo que los planetas y demás objetos que lo forman estén agrandando las distancias entre ellos, no nos afecta de manera tan directa. Sin embargo, el hecho de que el vacío o el universo espiritual se esté contrayendo, sí que tiene una influencia muy grande sobre nuestra vida espiritual.

Más que un universo espiritual, existen varios universos espirituales interconectados. Parece ser que algo está ocurriendo en el universo, que está permitiendo, no la interacción de los mundos físicos del universo, pero sí, la interacción de los mundos espirituales del universo.

Y como el universo es fractal, este proceso de acercamiento espiritual lo podemos advertir en menor escala en nuestro planeta. ¿De qué manera? Pues bien, las almas de los seres humanos cada vez están más cerca. El fenómeno de la globalización está permitiendo que las vidas de los seres humanos sea cada vez una vida más unificada y cercana. Gracias a Internet, personas que viven en sitios distantes del planeta, pueden estar conectados espiritualmente, pueden conocerse de manera virtual y pueden interactuar e influir los unos sobre los otros.

Y no sólo ocurre esto entre las personas, también entre los seres humanos y los animales y las plantas, se está dando. ¿No notan el auge de los movimientos ecologistas? ¿No notan como los hombres de hoy en día, se preocupan más por los animales que hace 50 años? Hace 50 años las personas de entonces no se estaban preocupando por la vida de los toros que son sacrificados en la tauromaquia, ni por los animales de circo, o por los delfines de los acuarios. Sin embargo, hoy en día nos parece de lo más normal que todas estas cosas sean discutidas.

Tal vez este acercamiento espiritual producido por la contracción del vacío, sea lo que justifique el despertar espiritual vaticinado para el tercer milenio. Tal vez, el 21 de diciembre de 2012, no sea más que el pistoletazo de salida para esa gran conjunción de fuerzas espirituales galácticas que harán cambiar sin dudas, la manera de pensar de los seres humanos.

Se habla de que habrá grandes catástrofes, pero me resuena que ellas no serán el centro de los cambios, ellas serán más bien los signos visibles de la llegada de la gran revolución del espíritu. Puede que los grandes profetas y videntes, al vislumbrar este período de la historia que se nos viene encima, observaran grandes cataclismos y los mencionaran como signos propios de ese tiempo, pero tal vez, esos procesos desastrosos y calamitosos no sean la causa fundamental del cambio de conciencia. O tal vez todo esté de alguna manera, perfectamente conectado.
No obstante, sospecho que esas calamidades serán sólo eso, la cara visible de algo más profundo, que será la gran revolución espiritual del planeta facilitado por el acercamiento a nuestro planeta, de almas procedentes de mundos más evolucionados que el nuestro, los cuales se han visto imposibilitados de contactarnos antes por estar nuestro planeta transitando por un período de sombras, o dicho de otro modo, por haber estado transitando durante los últimos 10 000 años, por un campo energético incompatible con sus niveles de evolución espiritual y con sus niveles de vibración espiritual.

Ingresar en esa parte del cosmos, llamada en la imagen de arriba, como de Luz, nos ayudará, no sólo porque estaremos en contacto con vibraciones de mayor intensidad y calidad vibracional en el plano espiritual, sino que nos permitirá ponernos en contacto con grandes seres espirituales e incluso, con sus planetas, en el caso de existir como sospecho, planetas de existencia no física, es decir, planetas enteros que ya han trascendido el estadio material.

Pensando en estos planetas superiores al nuestro en cuanto a vibración, me he planteado que tal vez esas altas vibraciones espirituales, hayan tenido en esos planetas, aún de existencia física, aunque más evolucionados que el planeta Tierra, una incidencia sobre su superficie sólida, es decir, material.

Tal vez por eso, hace muchos años, ciertos visitantes extraterrestres preocupados y ocupados en la evolución de la raza humana, trajeran a la tierra ese mineral especial y desconocido para nosotros con que construían eso que los sumerios llamaban “El Sol Negro”.

Ese artefacto de alta tecnología, que era una especie de agujero negro artificial, les permitía acrecentar su propio poder mental y de este modo, dominar la naturaleza de un modo que los humanos desconocemos actualmente. Un ejemplo de esto, podría ser caminar sobre las aguas, mover pesados objetos, etc.

Todo parece indicar que uno de estos soles negros estaba guardado en el tabernáculo del templo de Jerusalén, y que era colocado para su traslado, dentro del arca de la alianza. Los antiguos judíos le rendían culto a este artefacto, como si del mismo Dios se tratara, pero las sagradas escrituras, dejan claro que se estaban refiriendo a un objeto. Eso sí, un objeto muy especial, porque para estar ante su presencia, era necesario que tuvieras el corazón limpio, pues aquellas personas de corazón impuro, terminaban muriendo carbonizados, como le pasó a los hijos de Aarón, Nadab y Abiú, quienes sin autorización se presentaron ante “Jehová” y éste desprendió de manera sorpresiva un fuego letal. (Levítico: 10-1-3)

Tal vez los objetos venidos de otros mundos más evolucionados puedan ser nocivos para los terrícolas de corazón impuro, y puede ser que si a partir del 21 de diciembre de 2012, la tierra empiece a transformar su frecuencia vibratoria cambiándola por una más elevada, eso podría provocar de alguna manera, la muerte de las personas incapaces de entrar en sintonía con esa nueva energía. Esto también podría obligar a los humanos, a apuntarse a la gran revolución espiritual del tercer milenio.
Dice Jesús en La Biblia, en San Mateo Capítulo 24, Versículos 40 y 41, entonces estarán dos en el campo, uno será tomado y el otro será dejado. Dos molerán en el molino, una será tomada y la otra dejada.
Siempre me intrigaron estas palabras porque da la sensación de que la salvación vendrá para unos y no para otros, incluso, estando estas dos personas juntas. Eso nos está queriendo decir que la muerte del que no se ha ganado el Reino, no vendrá por una inundación, ni por un terremoto u otro tipo de catástrofe conocida. Parece que será un proceso más sutil de selección, y tiendo a pensar que puede estar relacionado con la llegada del planeta, a una zona del universo, en la cual, al ser humano, so pena de perder su vida, se le exija un nivel vibratorio más elevado y puro.
En cualquier caso, pronto sabremos lo que sucederá. En este texto hablo más con el corazón, más con la intuición que con la razón, y mis sentidos extrasensoriales me están diciendo que efectivamente, algo va a pasar, de hecho algo está pasando ya, pero nos sorprenderemos porque viviremos, antes del 2040, tiempos que el mundo recordará por la espectacularidad e importancia de los sucesos, y lo que sí queda claro, es que esos cambios, harán de la raza un colectivo mucho mejor.
TADEO