sábado, 28 de mayo de 2011

¿EXISTE LA MEDIA NARANJA?




¿EXISTE LA MEDIA NARANJA?

Acabo de leer un artículo donde se nos propone dejar de buscar a la media naranja, rechazar la idea de que somos la mitad de otro ser que encontraremos algún día. Nos viene a decir que el alma gemela no existe. Al respecto, he escrito las siguientes reflexiones.


Queridos amigos:
He leído este magnífico texto y los comentarios expuestos y compruebo que se manejan diferentes concepciones respecto a la idea de ser uno mismo una Unidad, o de ser el complemento de otro ser quien sería nuestra Alma Gemela.


Desde mi manera de verlo, creo que no tenemos necesariamente que ver estas ideas como contradictorias. Un ser humano puede ser al mismo tiempo UNIDAD y ALMA GEMELA de otro ser, del mismo modo en que yo soy al mismo tiempo, hijo de mi madre y esposo de mi mujer. Creo que todo coexiste en unidad. Un puzle tiene muchísimas piezas todas diferentes, pero al mismo tiempo todas forman parte de un UNO único. A los seres humanos nos pasa lo mismo.


Hay muchos textos esotéricos donde utilizando conocimientos numerológicos, cabalísticos y otros, nos demuestran como cada uno de nosotros al mismo tiempo es UNO, es DOS, es TRINIDAD, es CUATRO, es CINCO, es SEIS, es SIETE, es OCHO, es NUEVE, es DIEZ, y así hasta el infinito.


El universo es fractal. Dios construye fractalmente hacia el infinito positivo y hacia el infinito negativo. Por tanto, nuestro pensamiento, para entender esto, no puede darse el lujo de ser disgregativo, sino que tiene que ser necesariamente, un pensamiento integrador. Cuando el pensamiento lo es, comprendemos que se puede ser UNO y DOS, al mismo tiempo sin que esto traiga ningún conflicto.


Partiendo de esta idea, puedo decirles que comparto la idea de que es genial y necesario que seamos una Unidad en nosotros mismos y que seamos capaces de ser felices siéndolo, y al mismo tiempo, seamos capaces de ser PAREJA, de otro ser. Incluso, el final de todo esto, es que seamos capaces de ser UNO con todos los que existen y con todo lo que existe. No sólo se trata de buscar a ese que compaginará exactamente con nosotros, sino que encontrar a ese, será el primer paso, porque del mismo modo en que encontramos al DOS, tenemos que encontrar a ese otro con quien conformemos el TRES, y así sucesivamente. Por eso es que Jesús nos dijo: Amaos los unos a los otros, en vez de decirnos, busquen y amen a su alma gemela.


Observen cómo siempre sucede que aquél que no es feliz siendo Unidad, busca en el otro, aquello que no tiene para entonces conseguir ser feliz. Eso hace que en vez de entregarse al otro, fagocite a la otra persona, le quite de algún modo lo que tiene, o negocien ambos, en el sentido de tú me das y yo te doy. Pero el verdadero amor no es eso, es que seamos capaces de entregarnos al otro sin esperar recibir nada a cambio. Amar por el placer de amar. Y sólo se puede amar por el placer de amar, cuando no existe el miedo en nuestros corazones, cuando no existen las inseguridades en nuestros corazones.


Sólo así podemos amar al otro sin apresarlo, sin convertirnos para nuestra pareja en un carcelero, en un agente de esclavitud, en un asesino de la libertad del otro. Hay algunos que dicen: te quito tu libertad, pero a cambio, te doy la mía. Te castro, y en cambio, me castro para ti. Y la verdad es que si respetamos la sabiduría de nuestros cuerpos, no deberíamos relacionarnos sobre la base de un pacto de esclavitud y de castración, sino simplemente sobre un pacto de amor incondicional.


Aprendamos a amar de la manera más óptima a nuestra pareja, y una vez aprendida esta lección, pongamos ese mismo amor en todos y en todo. Es lo mismo que decir: ensanchemos el EGO, de manera tal que cuando estemos diciendo YO, en ese YO quepa el Universo.


Leí en los comentario que alguien habló de la evolución que experimentó al pasar del YO al YO SOY dándole importancia al eterno presente. Yo le diría que lo importante no es que nuestro YO, viva en el eterno presente, porque nuestro YO individual, sobre todo ese YO entendido como el cuerpo físico, está condenado a morir. Desde mis ideas al respecto del YO SOY, creo que lo fundamental es integrar la idea del YO SOY, como una expansión del YO, de manera tal que cuando esté diciendo YO SOY, esté entendiendo que yo formo parte de un TODO, es decir, que he matado mi YO individual para sumarme a ese otro yo que me hace UNO con Dios y con todo lo que existe.


Luego, respecto al tema del alma gemela, me hago la siguiente pregunta. ¿Si existe una única alma gemela, un ser cuyo principio espiritual es mi justa mitad, tiene que ser ese pedazo de espíritu que se desprendió de mí en el último momento después que el BIG BANG nos fue despedazando, primero formando unidades colectivas y luego dejándonos en el DOS y luego en el UNO. Pues bien ¿Es necesario que volvamos a ser DOS con ese mismo UNO? Yo no lo sé, y me gustaría escuchar las opiniones de los demás.


Ahora bien, si mi alma gemela y yo, salimos disparados en direcciones diferentes del universo espiritual existente entonces, tiene sentido pensar que ese ser se cargó con una polaridad contraria a la mía, y por tanto, hoy en día, nuestras consciencias materiales e inferiores, no están en condiciones de reconocer a nuestra alma gemela porque será un ser diferente a nosotros y la mente rechaza a lo diferente y acepta a lo semejante.


Mi alma gemela tendrá un sexo distinto al mío. Esto no será un problema, pues gracias a Dios, la sabiduría del cuerpo y el poder de la pulsión sexual es tan grande, que sigue doblegando a nuestra mente. Pero las conciencias emocionales y mentales, por diferente, encontrarán más motivos para alejarse de ese otro ser, que para amarlo. Sólo nuestras conciencias espirituales, eso que llamamos CORAZÓN y que en realidad son nuestras conciencias: búdica, átmica y monádica, reconocen al alma gemela y lo aman.

Por tanto, para esa parte de la humanidad polarizada en su conciencia emocional y mental, es decir, casi toda la humanidad, está imposibilitada de amar a su alma gemela. Sólo esos seres que han conseguido doblegar su conciencia mental y emocional, son capaces de reconocerlo y amarlo.


En muchos casos, cuando el corazón empieza a amar, nos dejamos llevar por él, pero poco a poco empiezan a aparecer los choques en cuanto nos toca convivir con nuestra alma gemela en un mundo construido por la mente, es decir, por la conciencia racional.


A veces nuestra alma gemela nos la encontramos con una edad tal que la sociedad en la que vivimos, rechaza tal unión, a veces es de una raza distinta a la nuestra y nuestros prejuicios nos hacen pensar que NO, que ese no puede ser. A veces es una persona que no nos podría dar el estatus económico y social con el que soñamos, y decimos, NO, éste no puede ser. Muchas veces esa persona vive en otro país, tiene otra cultura, otra religión, otras ideas políticas, y en fin, cuando las mentes se echan a funcionar, el amor de los corazones es doblegado. Y a las almas gemelas no les queda otra que esperar a una nueva encarnación en la que el mundo haya evolucionado y entonces sí sea posible la unión.


La humanidad tiene dos alternativas, una, esperar a vivir en ese mundo más evolucionado en que no existan tantas trabas sociales, en un mundo donde ya hayamos renunciado por evolución a la tiranía de la mente, o dos, ser capaces de inhibir nuestra mente y comprender que a pesar de que esa otra persona y tú son incapaces de comprenderse racionalmente, y tienen gustos y aficiones diferentes, y miran la vida de manera diferente, y tienen razas diferentes, y conciben la vida de manera diferente, y casi siempre terminan discutiendo sobre absolutamente todos los temas, ese es TU ALMA GEMELA.


Lo más maravilloso es que la búsqueda del alma gemela siempre estará presente en nosotros. Y que en la misma medida en que nos vayamos espiritualizando, es decir, en la misma medida en que seamos capaces de despertar nuestras conciencias espirituales, que es lo que algunos llaman, la conciencia del corazón, quedaremos en mejores condiciones de por fin, aceptar a nuestra alma gemela, a quien seguramente, vendremos rechazando de encarnación en encarnación y por tanto, el karma de ambos no es precisamente favorable.


El día en que todos despertemos nuestras conciencias espirituales, como ellas siempre aman, (no saben hacer otra cosa que amar), porque no ven en el otro, diferencias, sino que lo entienden como parte de si mismos, por ser una conciencia integradora y no disgregativa, ese día sí que nos amaremos los unos a los otros y construiremos una sociedad acorde a las razones del corazón y nos desembarazaremos de esta sociedad construida desde la mente y que por tanto, favorece más el que nos alejemos, diferenciemos y combatamos, que el que nos amemos.


Atentamente:


Tadeo